Tras los pasos del sol
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¿Te pasas más tiempo pensando en el futuro o en el pasado? ¿Por qué? Tras
los pasos, el sol, la vida , el canto de los niños. Tras los pasos, el mar,
el gr...
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- Fernando González: Hice lo que millones de cubanos habrían hecho
Posted by : Unknown
domingo, 23 de febrero de 2014
Ante la posibilidad cada vez más cierta de que Fernando González Llort regrese a casa, tras cumplir intachablemente cada minuto de su injusta condena, uno
repara en esos momentos aparentemente intrascendentes por cotidianos vividos en
los últimos 15 años, cinco meses y 15 días, y que le han estado negados a él
aunque haya salvado miles de vidas en Cuba y los Estados Unidos.
Héroe de la República
es una condición rara vez concedida a los cubanos; Fernando, junto a sus
hermanos de lucha (Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino y René González) es uno de ellos y me preguntaba cómo asumió ese hecho. Así que por
ahí anduvo mi interrogante. Desde luego no fue la única que él respondió a un
grupo de amigos[*]
deseosos de saber quién está tras el rostro, inanimado todavía, que vemos en
las fotografías...
Fernando: El heroísmo
para muchos solo es cosa de las películas de Hollywood o los libros de
historia. ¿Se ve Fernando a sí mismo como un héroe?
Yo no me veo como un héroe. Yo simplemente hice y he hecho
lo que estoy seguro que millones de cubanos habrían hecho. Yo lo que puedo
decir es que, en todo caso, yo fui privilegiado con la oportunidad de hacer lo
que millones hubieran deseado tener la oportunidad de hacer, y ante una
circunstancia adversa, un momento definitorio, asumí una posición que creo que
está acorde con la historia de nuestro pueblo, su espíritu de lucha y de
resistencia. Y esos valores inculcados que nos llegan a través de la historia de
luchas de nuestro pueblo son los que llevamos en nuestros corazones la inmensa
mayoría de los cubanos, no solo nosotros cinco. Por eso digo que lo que
nosotros podamos haber hecho lo harían millones de cubanos al igual que lo
hicimos nosotros. Por eso la Revolución está ahí y continúa adelante.
¿Podrías mencionar
las cinco palabras que más han venido a tu mente en los años de prisión
injusta? Si deseas comenta alguna o todas.
Cuba, Familia, Gratitud, Lucha, Libertad.
¿Cómo piensas
organizar el próximo 14 de febrero, cuando al fin podrás pasarlo entre los
brazos de tu amada Rosa?
Muchas gracias por tu pregunta que está dirigida al ámbito humano y de los
sentimientos, lo cual contribuye a que los lectores nos conozcan mejor como
seres humanos. Cuesta trabajo en estos momentos en que se acerca
vertiginosamente la fecha de mi salida de prisión y regreso a Cuba después de
tantos años de encierro, pensar en cómo quisiera organizar algo de tanta
significación, pero para lo cual falta un año.
Son muchas las cosas que en estos días finales en la prisión pasan por
mi mente sobre la experiencias que me esperan en los próximos días, todas
seguramente muy intensas. Hay muchas incógnitas y muchos deseos por llevar a la
realidad. Esto hace difícil pensar en algo que ahora se observa distante, como
es el 14 de febrero del 2015. Sé que me vas a comprender aunque mi respuesta no
es la que deseabas o esperabas. Pero te puedo asegurar que, teniendo un año
para pensar en cómo celebrar ese día, haré todo lo que esté a mi alcance para
que sea uno bien especial. Eso es lo que me propongo desde ahora.
Si pudieras hablar
con el presidente Barack Obama qué le dirías sobre tu caso y el de tus
compañeros.
Un saludo a Iroel Sánchez. Soy un lector asiduo de sus
trabajos y de otros que se publican en La Pupila Insomne, y me parece un blog
de mucha calidad por el contenido de los trabajos que publica y una
contribución muy importante en la batalla en el campo de las ideas y la
información.
Si pudiera hablar con el presidente le pediría que como ex
profesor de Derecho Constitucional mirara sin prejuicios la evidencia sobre
nuestro caso y las opiniones que importantes y prestigiosos juristas
norteamericanos y de otros países han emitido sobre el mismo. Que lea sin
prejuicio, por ejemplo, los Amicus Briefs que se presentaron a la Corte Suprema
por más de diez ganadores como el del Premio Nobel.
Le pediría que como ex activista comunitario tratara de ver
de una manera desprejuiciada la realidad cubana. Estoy seguro que vería allí
solucionadas muchas de las dificultades por las que trabajó para solucionar en
las calles de Chicago durante su juventud. Vería los esfuerzos de nuestro
pueblo por tener una sociedad cada vez más justa, y que eso era lo que
defendíamos Los Cinco.
Le pediría que como político revisara la historia; esa que
nos ha propuesto repetidas veces olvidar, y que vea como Cuba ha tenido que
enfrentar más de 50 años de agresiones,
muchas de ellas violentas, y como desde Miami se organizan estas sin ser
debidamente combatidas por los organismos que deberían hacerlo. De ahí la
necesidad del trabajo que Los Cinco hacíamos.
Después de ver esos tres ángulos del asunto, que llegue a
sus propias conclusiones. Si logra hacerlo sin prejuicios, estoy seguro de que
al siguiente día estaríamos los cuatro en La Habana junto a René.
Fernando, tuviste el
honor de participar, como internacionalista, en la lucha por la independencia
de Angola, que ayudó a descolonizar África y puso fin al régimen del apartheid,
¿qué experiencias puedes compartir con los blogueros cubanos respecto a esa
etapa?
Sobre mi
participación en Angola puedo decirte que fue
una de las experiencias determinantes en mi formación. Yo era muy joven
entonces, recién graduado de mi carrera universitaria con 24 años cuando tuve esa
experiencia. Y coincidió que fue una etapa decisiva de la participación cubana
en Angola. Yo estuve allí entre 1987 y 1989 , cuando se desarrollaba la Batalla
de Cuito Cuanavale, en donde no estuve físicamente. Pero si fui testigo del
avance hacia el sur, en dirección a la frontera con Namibia, de las tropas
cubanas y angolanas que se encontraban estacionadas en el suroeste.
Tuve el privilegio de ser designado a trabajar en el Estado
Mayor de la Agrupación de Tropas del Sur, en Cahama, y ser testigo del espíritu
de los cubanos y de los angolanos que habían sido parte de ese avance de las
tropas en dirección sur, una operación que decidió la contienda y, junto a la
resistencia en Cuito Cuanavale, abrió el camino al fin del conflicto, a la
independencia de Namibia y, como reconoció Mandela, al fin del Apartheid en
Suráfrica.
Más adelante regrese a Lubango, el punto desde donde habían
salido las tropas en su movimiento al sur, donde fui parte del Grupo Operativo que allí estaba
destacado, y trabajé más directamente con los compañeros de las FAPLA que
tenían en esa ciudad del sur de Angola su Estado Mayor para las tropas en esa
región. Fue una experiencia muy enriquecedora trabajar con ellos día a día y
ser parte del espíritu de camaradería que
nos imbuía a todos, del espíritu de lucha que los caracterizaba.
Fui parte del regreso honroso de nuestras tropas victoriosas
y recibir el reconocimiento de nuestro pueblo al llegar al vecindario es una de
las cosas más emocionantes que he vivido.
Fue muy instructivo ver a un pueblo que había sido víctima
del colonialismo luchar por preservar su independencia y contribuir nosotros en
ese esfuerzo, a la vez que ellos hacían el mayor esfuerzo por salir adelante. A
la vez, pude constatar los efectos de siglos de colonialismo, el atraso y el
subdesarrollo al que habían condenado a Angola hasta ese momento y los efectos
de más de diez años de guerra impuesta desde el exterior. Aprendí más de esa
experiencia que de todos los libros que pudiera haber leído hasta entonces sobre
el capitalismo y los efectos del dominio colonial sobre nuestros pueblos.
Fue bonito y aleccionador ver a los angolanos resistir y esforzarse por salir
adelante a la vez que brindaban su territorio a la SWAPO de Namibia que luchaba
por la independencia de su país.
De los cubanos y angolanos que me rodeaban aprendí mucho.
Constatar el espíritu de camaradería y solidaridad en condiciones difíciles, la
sencillez de unos y otros, el esfuerzo colectivo y en equipo a pesar de las
diferencias culturales. La riqueza que aportaban precisamente esas diferencias,
aprender los unos de los otros.
Yo tenía entonces 24 o 25 años, pero la mayor parte de los
soldados cubanos y muchos de los angolanos eran aún más jóvenes que yo. En esos
dos años vi a muchos cubanos llegar a Angola con las características físicas y
psicológicas de quienes aun están saliendo de la adolescencia y transformarse
en hombres jóvenes, forjados por la disciplina, la responsabilidad y la
conciencia revolucionaria. Yo no era ajeno a ese proceso de maduración que
también se producía en mi persona.
Yo era un joven graduado de la universidad, joven de la
ciudad, que creía saber mucho. Pero allí aprendí, de angolanos y cubanos, que
además de instrucción que uno pueda tener hay otras cosas que tienen que ver
con la formación del carácter, con la sensibilidad humana, con el espíritu
solidario, que son tan o más importantes.
Ver con mis propios ojos el resultado del colonialismo. Las
consecuencias para los pueblos, en este el angolano, me enseño más que todos los
libros que pudiera haber estudiado. Ver el espíritu de lucha de ese pueblo y la
voluntad de superar ese pasado, rechazando la agresión externa y enfrentando a
las fuerzas de la contrarrevolución interna apoyadas desde el exterior, fue
también una lección.
Aun cuando la prisión
ha resultado una dura prueba, ¿cómo nos explicas el respeto y el reconocimiento
que Los Cinco han generado en las cárceles norteamericanas? ¿Cuáles han sido
las principales muestras de solidaridad de los presos en EE.UU?
El respeto y el reconocimiento que Los Cinco hemos generado
en las cárceles norteamericanas lo atribuyo a una conjunción de factores. En
primero lugar, las otras personas
observan a un preso que es un individuo serio, que no entra en dinámicas tan
típicas de la prisión que son el caldo de cultivo para los conflictos entre
presos. Observan también la serenidad
que uno mantiene y la madurez para
aconsejar o dar un criterio a alguien que lo solicita y la discreción y la
reserva cuando entra en conocimiento de alguna situación, personal de otro
preso que la comparte con uno o de otro tipo. Eso va creando un criterio de
respeto entre los presos hacia uno, aun sin que conozcan la naturaleza del caso
nuestro.
Por otra parte, las personas que hemos retado a las autoridades
en un juicio siempre son, en general,
vistas con cierto respeto. Se les reconoce la actitud cuando no son
muchos los que lo hacen.
Ya cuando hay cierto conocimiento, aunque no sea en
detalles, del caso que nos mantiene en
prisión, entonces entran a jugar otros factores que contribuyen a ese respeto
al que te refieres. Ya la gente sabe, no solo que fuiste a juicio, que como te
decía, por si solo genera cierto respeto, sino que eres un preso que enfrentó
todo el odio que el gobierno de este país suele vertir contra quienes considera
sus enemigos políticos.
Aquí entra a jugar también, y está en la base de todo, que
muchas personas, aun sin conocer detalles de la historia de las relaciones
entre Cuba y Estados Unidos, y sin tener casi ninguna conciencia política, por
instinto, saben que Cuba se enfrenta y ha resistido, al poder del gobierno
estadounidense. Ven en nosotros, pues, un reflejo de esa resistencia, somos
parte de ella, nos asocian a ella, y eso genera respeto.
Todos esos factores se van juntando. Y entonces adicionas el
apoyo que ven que recibimos tanto del pueblo
cubano como de tantos amigos alrededor del mundo. Y, aunque no conozcan
los detalles, notan el correo que recibimos y que enviamos. Saben que eso
significa apoyo.
Como te decía, son factores que se van juntando. Unidos,
conforman una circunstancia que hace a los otros presos percibirnos como
personas serias y dignas, y mostrar
hacia nosotros ese respeto al que te refieres.
¿Cuánto ha influido
en su resistencia los mensajes y muestras de apoyo de los cubanos y amigos
alrededor del mundo?
Los mensajes y muestras de apoyo de los cubanos y de los
amigos alrededor del mundo han tenido una influencia significativa en nuestra
resistencia. No se trata de que sin ellos no se hubiera resistido. Pero sin
dudas, hacen la resistencia más llevadera, más fácil. El saber que uno tiene la
comprensión y el apoyo de todo un pueblo
que lucha y de cientos de miles de amigos alrededor del mundo le da a uno más
confianza en la victoria y aprende uno también de quienes luchan por nosotros
en condiciones tan desventajosas como pueden ser las que enfrentan nuestros
amigos en otros países en los que sacar
adelante los temas de nuestro caso requiere mucho esfuerzo, iniciativa y
perseverancia.
Por otra parte, el recibir tantos mensajes de solidaridad y
apoyo también tiene una repercusión práctica, concreta. Ya me referí en la
respuesta anterior a un ángulo de esa repercusión, pero también las autoridades
de la prisión, y muchos otros presos, llegan a conocer quiénes somos y el apoyo
que recibimos. Eso influye hasta cierto punto en el cuidado que aplican ante
ciertas circunstancias en el tratamiento que nos dan, sin que eso implique que
recibamos ningún tratamiento diferenciado. Solo que hay cuidado en cuanto a cómo
nos tratan.
Fernando, todos
sabemos que los héroes cubanos son de carne y hueso, nos gustaría conocer ¿qué
prefieres bailar, comer, leer o hacer en tus ratos de ocio?
Mira, prefiero bailar la música cubana, y en general, lo que
se conoce como "Salsa". No soy un gran bailador, pero me divierto. La
comida preferida es la criolla. Un buen congrí con carne de cerdo y un buen
plato de yuca con mojo.
En cuanto a la lectura, me gusta la historia, los temas de
economía internacional, los temas de ciencia, la información política y la
científica, así como la buena ficción.
En los ratos de ocio me gusta disfrutar del deporte. Tanto
practicarlo como verlo por la televisión.
Cada generación tiene
un papel que jugar en la Historia de su país. En la época que te correspondió,
supiste ser consecuente con esto. ¿Cómo te sientes al respecto? ¿Cuáles son, a
tu entender, los retos actuales de la juventud cubana?
Puedo decirte que me siento satisfecho de cumplir con lo que
considero mi deber y hacerlo con dignidad y con honor.
Estoy consciente de la razón histórica por la que estoy
preso, se trata de castigar a Cuba y de ahí las serias injusticias cometidas en
nuestro caso. Esa conciencia me
proporciona serenidad y tranquilidad. Sé que estoy preso por una causa
honorable y eso me permite ser un preso optimista y hasta feliz, en el sentido
de la satisfacción del deber cumplido.
No me siento en capacidad de definir los retos concretos de
la juventud cubana actual. Son muchos años fuera de Cuba y, aunque me mantengo informado sobre la
realidad nacional, no tengo el contacto sistemático con esta que creo
sería necesario para hacer tal
valoración y ofrecer una opinión. En general, me parece que los jóvenes deben
prepararse lo mejor posible en el ámbito de los conocimientos pero también, y
fundamentalmente, en el ámbito de los valores, para hacer el mayor aporte
posible hoy y en el futuro a dar continuidad a la obra de la Revolución, en un
mundo cada vez más complejo y lleno de
retos y peligros. El conocimiento profundo de la historia de nuestro país y de
las tradiciones de lucha de nuestro
pueblo es fundamental en ese sentido, en mi opinión.
De todo este en
prisión, cuál ha sido el (o los) libros
que más le han impactado, los que mejor recuerda?
Hay dos libros que me han impactado más que ningún otro,
aunque hay muchos que han sido muy
interesantes. El primero de ellos lo leí por primera vez al comenzar a servir
mi sentencia y es el libro de Cintio Vitier "Ese Sol del Mundo Moral".
Un libro que todo cubano debería leer por la interesantísima interpretación de
la historia de Cuba que se hace en el mismo y el exquisito estilo literario que
caracteriza la obra de Cintio, en mi opinión, el ensayista cubano más profundo
de los que he leído.
El segundo libro al que hago referencia lo he leído casi al
terminar de cumplir mi sentencia porque es de reciente aparición y espero que
en el futuro cercano pueda ser traducido al español porque también creo que
todo cubano debería leerlo. Se titula "Visions of Freedom.
Havana, Washington, Pretoria, and the Struggle for Southern Africa,
1976-1991". Es un libro de
un académico norteamericano que se llama Piero Gleijeses. Profesor de la
Universidad John Hopkins. El había escrito ya un primer libro sobre la
participación cubana en Angola y ahora, después de 15 años de investigación y
acceso a documentos nunca antes publicados, ha escrito lo que considero una
obra maestra. Siendo un libro académico, me emociono más que cualquier novela
porque recoge el esfuerzo cubano en Angola hasta la victoria final. Hay largas
y abundantes citas de documentos desclasificados por Cuba, incluidas
transcripciones de reuniones en las que se tomaron decisiones trascendentales y
decisivas, reuniones de la más alta dirección del país, del Comandante en Jefe,
de altos mandos políticos y militares, tanto de conversaciones entre ellos como
con sus contrapartes angolanas y soviéticas de entonces.
Y lo que transpira en el libro y el autor lo captura muy
bien en base a las fuentes documentales no solo cubanas sino también estadounidenses,
surafricanas y de otros países, es la política exterior de principios de la
Revolución cubana, su altruismo, el de nuestro pueblo, la firmeza en los
principios y la delicadeza y el respeto con que se trataron cada una de las
contradicciones que se presentaron en los anos de misión internacionalista
cubana en Angola, a la vez que se mantenía la independencia de criterios y se
defendía con firmeza las opiniones políticas y militares de Cuba sobre cómo
actuar. Opiniones que a la postre fueron las que predominaron y solucionaron el
conflicto.
Cuando uno lee el libro se llena de orgullo de ser cubano y
de ser revolucionario, de la dirección de la Revolución, y de haber sido parte
de ese esfuerzo internacionalista.
¿Qué te ha aportado
la MUSICA y como la has vivido desde allá dentro? ¿Qué evolución destacas y
cuales son para vos los logros de la revolución cubana en la música de hoy?
Con respecto a la música estoy desactualizado, especialmente
en cuanto a la música que se hace hoy en Cuba. Durante la mayor parte de mi
tiempo en prisión no he tenido acceso a
música cubana. En el último año y medio
he tenido un acceso a ella parcial y limitado a la música producida en nuestro
país hace quince o veinte años, nada más reciente que eso. No puedo, por tanto,
hacer comentario alguno sobre la evolución de la música en nuestro país. No me
puedo referir a lo que en tu pregunta defines como "la música de
hoy".
Si te puedo decir, en referencia a la otra parte de tu
pregunta, que escuchar la música, sobretodo la nuestra, aunque no sea la
actual, a lo cual he tenido acceso como te decía en el último año y medio, es
transportarme mentalmente a Cuba, recordar las amistades, mi juventud,
recordar la ciudad en la que he vivido toda mi vida, la cultura cubana, etc. Son momentos en que, como decimos en la
prisión "nos vamos en un viaje".
¿Cuál es el principal
reto que tiene el movimiento de solidaridad internacional en la causa de los
Cinco y en qué acciones debemos enfatizar todo el esfuerzo?
Yo trato de ser muy cuidadoso al emitir una opinión sobre el
movimiento de solidaridad internacional y mucho más tratándose de identificar
cual es el trabajo que creemos que hay que hacer. En primer lugar, ese
movimiento es un esfuerzo de ellos y no dirigido por nosotros cinco. Además,
son personas que hacen un gran esfuerzo,
con pocos recursos y sobreponiéndose a muchas dificultades. A ellos le debemos
mucho y siento una gratitud inmensa hacia todos los que forman parte de ese
movimiento.
Aclarado eso, me parece que el reto principal, y no estoy
descubriendo nada nuevo en esto, es conocido por quienes conforman el
movimiento de solidaridad, se puede identificar de la siguiente manera: llegar
cada vez con más insistencia a los círculos en los que se toman las decisiones
políticas, fundamentalmente en Estados Unidos.
Si revisamos la historia veremos que en las luchas sociales
y en casos de injusticia, las autoridades norteamericanas solo han tomado las
decisiones favorables a esas causas cuando ha sido conveniente políticamente para
ellas, o cuando el costo de mantener la situación ha sido mayor que el de
corregirla. El movimiento de solidaridad internacional, conformado por personas
con experiencia en las luchas por otros temas de justicia, en tratar de cambiar
ciertas condiciones sociales, conoce muy bien esto. La cuestión es cómo llegar
a que esas sean las condiciones, a que, por ejemplo, el costo político de
mantener a nuestros hermanos en prisión supere a lo que la autoridades
políticamente consideran el beneficio de no liberarlos. La movilización de
conciencias en esa dirección, el trabajo para educar a sectores políticos y
hacer que se sienta con más fuerza aun la demanda de liberación de nuestros
hermanos, de que se haga palpable para los centros de toma de decisión el costo
político de no hacerlo, me parece que es el reto principal del movimiento de
solidaridad.
Repito, es algo que nuestros amigos conocen. No digo nada
nuevo. El reto está en cómo lograrlo cuando no se trata de personas con
influencia política o con recursos económicos para lograr esa influencia
política de la manera que funcionan las cosas en este país. Y sé muy bien que
los amigos están constantemente ideando como mejorar el trabajo y cómo hacerlo
más efectivo. Apoyar el evento de Londres a inicios de marzo y la jornada
"Cinco días por Los Cinco" en junio, precisamente en la capital
estadounidense, serian formas concretas de contribuir a lograr ese objetivo.
¿Qué le diría a los
jóvenes, como actores imprescindibles en esta lucha?
Los jóvenes, con su iniciativa y su energía, con su
entusiasmo y su capacidad de comunicación con otros jóvenes, con su dominio de
las nuevas tecnologías de la comunicación, pueden y deben jugar un rol
fundamental en esta lucha.
Hay trabajo de base, en las comunidades, educando sobre el
caso, o contactando oficiales electos (en el caso de Estados Unidos) para el
cual se requiere de tiempo, de energías, en las que la juventud puede hacer una
contribución fundamental.
El uso de Twitter, Facebook, y otros medios digitales de
comunicación con iniciativa, es otro campo en el que la juventud puede aportar
mucho. Tanto la juventud norteamericana, o de otros países, como la cubana de
las formas en que le sea factible y con los recursos a sus disposición. La
capacidad creadora de la juventud, con mensajes y códigos correspondientes a
las formas de comunicación de las nuevas generaciones puede contribuir mucho a hacer llegar la verdad de nuestro
caso a cientos de miles de jóvenes en todo el mundo que no conocen del caso, o
también para hacer llegar a oficiales electos (otra vez me refiero a Estados
Unidos) el mensaje con la petición de nuestra liberación o elementos de interés
sobre el caso.
Yo les diría a los jóvenes que se sumen con entusiasmo y con
dedicación a la lucha. Sin ellos, se haría mucho más difícil lograr los
objetivos.
¿Qué o que cosas le
ayudaron a cumplir su sanción íntegramente sin doblegar sus principios? Si tiene alguna anécdota o
"consigna" (hablo de elemento de reafirmación) que le ayudó en este
empeño.
El elemento principal que me ayuda a cumplir la condena sin
doblegar los principios es la conciencia
de que defendemos una causa justa. Esa conciencia confiere serenidad y comprensión de la situación
personal por dura que sea. Permite poner en contexto nuestra situación y lo que sucede. Sabemos que lo que se castiga,
o lo que se pretende castigar en nosotros es a Cuba por la herejía de tratar de
construir una sociedad justa y hacerlo muy a pesar de la hostilidad del país
más poderoso del planeta que no acaba de aceptar la idea de que Cuba es un país
independiente y soberano. Esa comprensión nos permite darle poner en
perspectiva histórica a la situación
personal por la que pasamos y asumirla con honor y con dignidad. Permite tener
una visión más abarcadora, un cuadro más general, sobre qué representa nuestro
caso en un proceso histórico más amplio de hostilidad de las autoridades de
Estados Unidos hacia la Revolución cubana.
Y sin pretender considerarnos símbolos de nada, espero que la lección
que saquen las autoridades norteamericanas es que así como no pudieron
doblegarnos a nosotros cinco, no podrán nunca destruir la Revolución.
Los principios no los hubiéramos doblegado nunca, como se
comprobó durante los años iniciales aún en el más absoluto aislamiento, y sé
que tampoco nuestros hermanos que permanecen en prisión doblegarán sus
principios aún en las más difíciles condiciones. No obstante, la solidaridad y
el apoyo que recibimos tanto del pueblo cubano como de tantos amigos y amigas
alrededor del mundo, hacen más llevadero el cumplimiento de la condena. A la
vez, se convierte en un compromiso para nosotros. Un compromiso de resistencia
y de lucha.
¿Qué ha significado
para usted su amistad con Oscar López Rivera? En este sentido, mantengo
comunicación con Oscar y me ha hablado con afecto de Fernando.
Yo tuve el privilegio de compartir algo más de cuatro años
de mi encarcelamiento con Oscar. Él es una persona de principios a la cual
respeto y admiro. Fue con su ayuda, por ejemplo, con quien di los primeros
pasos en el dibujo. El lleva muchos años
pintando, y me ayudó mucho cuando decidí introducirme en el dibujo.
Es una persona de la cual aprendí muchas cosas. Él tiene la
experiencia de las luchas en Estados Unidos en los años 60 y 70. Vivió la
experiencia de Viet Nam, y antes de eso, de la emigración boricua a Estados
Unidos en los años 50 del siglo pasado donde enfrentaron la pobreza y la
discriminación racial. Hay una parte de la historia de Estados Unidos de la
cual no se habla en los libros de texto: la de las luchas de grupos
revolucionarios de afroamericanos, de Chicanos, de puertorriqueños y hasta de
anglosajones. Grupos que enfrentaron la represión más feroz del sistema. La
década del 70 del siglo pasado fue muy activa para esos grupos. Oscar conoce
mucho de las luchas en esa época y a través de él pude conocer de experiencias,
pude leer libros escritos por participantes en aquellas luchas. Hay, por
ejemplo, presos políticos afroamericanos que llevan más de cuarenta años en
prisión como resultado de aquellas luchas y son prácticamente desconocidos por
sus propias comunidades.
Con él también conversé mucho sobre Puerto Rico y la
realidad de esa Isla colonia de Estados Unidos en pleno siglo XXI.El lleva más de treinta años preso y ha sido verdaderamente
maltratado, sobretodo en sus primeras dos décadas en prisión, por las
autoridades que vertieron sobre él todo el odio que suelen verter sobre
aquellos a quienes considera sus enemigos políticos. Así que de la realidad de
la prisión también aprendí de él.
Es una persona bien informada, ideológicamente bien
definida, con la cual pude sostener conversaciones sobre la realidad política
del país, sobre la actualidad, sobre la historia, etc. que de otra manera no
hubiera tenido la oportunidad de tener pues lo que predomina en la prisión es
la apatía sobre esos temas, la desinformación y la falta de conciencia.
Oscar es un gran ser humano e hizo más productivo en cuanto a mi preparación y
mi educación, mi paso por la prisión.
A él le deseo lo mejor, y que la lucha de su pueblo y de los
amigos que le apoyan conduzca a su libertad. Aunque bien sé que él está
dispuesto a hacer el sacrificio que sea necesario y lo asume con ecuanimidad,
con dignidad y con honor. Pero se merece ser libre y disfrutar de sus hermanas,
de su hija y de su nieta, así como de su pueblo. Un abrazo para él.
¿Qué piensa hacer a
su llegada a la Isla?
Lo principal a mi regreso, en los primeros momentos y días,
será disfrutar de mi familia y compartir con Rosa Aurora, de los cuales he
estado separado por tantos años. Saludar a los familiares de mis hermanos,
compartir con amigos a quienes no veo hace tanto tiempo y tratar de llenarme de
la isla, de la vida a la que estamos acostumbrados y que tanto extraño, bañarme
en el mar si el clima lo permite, caminar La Habana. Después habrá tiempo para
planificar otras cosas, esas son las de los momentos más inmediatos a mi
regreso.
En términos más generales, en cuanto al futuro, unirme a la
lucha por el regreso de mis otros hermanos y tratar de contribuir a esta de la
mejor manera posible.
[*]
El resto de los entrevistadores: Yasmani Surita Siam, Suki Neve, Ida Garberi,
Norelys Morales Aguilera, Iroel Sanchez Espinoza, Jessica Acevedo Alfonso,
Gabriel Torres Rodríguez, Yeilén Delgado Calvo,
Rouslyn Navia y Disamis Arcia.
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