Súplica
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que no aparecen en penumbras llevados por el aluvión intempestivos, por las
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- La Revolución Cubana sigue siendo un proceso político y subjetivo
Posted by : Unknown
martes, 23 de junio de 2015
En algo más que 22 minutos René Alejandro Márquez Castro, dijo
muchas cosas: en Cuba “la reforma política es la que va a decidir la reforma económica”;
aseguró no creer en socialismo cuando lo mencionan como algo acabado porque “el
socialismo más que una realidad es un ideal”, e instó a que “los cuadros tiene
que aprender una nueva forma de
hacer política”.
Esas frases dichas así, a secas o fuera de contexto, podrían
sonar a sacrilegio para oídos ortodoxos. Sin embargo su rol de profesor titular
y consultante en la Universidad de La Habana y de la Escuela Superior del Partido
Comunista de Cuba (PCC) Antonio “Ñico” López, le dan el crédito suficiente para
merecer atención.
“Me inspiro”, se dice mientras habla para mantener a raya su
locuacidad. De vez en cuando se le escapa un “compay” indicativo de que no teme
ponerte la mano en el hombro para hacerte sentir a gusto y romper las
distancias entre el académico y su auditorio.
En su sinceridad y didáctica se intuyen las huellas del
alfabetizador y de quien fuera alumno en los cursos de administradores
organizados por el comandante Ernesto Che Guevara en los años 60.
Con varios artículos y libros en más de 30 años de trabajo,
el más reciente Cubanología y Revolución
(editorial Ciencias Sociales 2006), el profesor Márquez Castro compartió sus
ideas bajo el título Razones para pensar
la transición socialista, durante el Coloquio de Las Tunas por el aniversario
55 del Sistema de Escuelas del Partido (SEP). Desde luego, eso motivó un par de
preguntas:
"Ha transcurrido un tiempo mínimo, pero suficiente
después del VI Congreso y de la
Conferencia Nacional del Partido para tomar distancia de determinados esquemas
y dogmas de los cuales Raúl nos alertó con la finalidad de tributar a la
configuración y la elaboración conceptual de una visión integral del futuro
socialista, mediante alternativas que deberán configurarse prospectivamente,
atendiendo a la necesidad de que en todo proceso revolucionario tiene que darse
un predominio de lo subjetivo sobre
lo objetivo.
“Porque, sin violentar la reproducción de la vida material,
cualesquiera que sean los cambios que se logren lo que se reproducirían serían
los modos en que se expresa la realidad actual que deberá ceder el paso a
nuevas formas de ser y de pensar.
“El balance partidista acerca de la permanente y desafiante
presencia de complejidades e interrelaciones en todas las facetas de la
sociedad cubana actual, nos remite a los juicios martianos en torno a que la
sociedad debe ser considerada como un libro muy delicado que requiere no
lastimar sus hojas al estudiarlo; así como al rol de la ciencia o de los
conocimientos científicos en su relación con la pasión política.
“Martí llamaba a la necesidad de que el político no podía
prescindir de la pasión, del entusiasmo, del sentimiento, pero que esa pasión y
ese sentimiento debían tener un fundamento, un sostén en el conocimiento
científico o en la ciencia.
“Por ello, en cuanto a la epistemología de la transición
socialista consideramos en la actualidad legitima la diferencia entre transición
y construcción. Dado a que no son términos absolutamente idénticos (…)
“De ahí la urgencia de la renovación conceptual del sistema
político cubano cuya orientación hacia el socialismo, en base a ese futuro
deseado en el que predominan hoy un reordenamiento económico social que aspira
a la eficiencia y la eficacia requerida. Decimos que este reordenamiento con
eficiencia y con eficacia será posible en última instancia, como una expresión
de las reformas políticas integrales determinadas por las readecuaciones
racionalesy sistémicas. Es decir: el proceso de institucionalidad socio-política
en nuestro país.
“Esa propuesta responde a un requerimiento de Raúl en el VI
Congreso del Partido cuando decía que el fundamento ideológico de nuestro
proceso debemos seguir encontrándolo y retomando en el legado martiano,
marxista y leninista.
“Martí decía que toda reforma origina un cambio y todo
cambio lastima intereses. Sin embargo
apuntaba que las reformas solo son fecundas cuando son legitimadas y apoyadas
por los pueblos. Ese debe ser el sostén de cualquier cambio o readecuación en
la sociedad (…)
“La sociedad cubana actual está manifestando de una manera
temprana un proceso de cambio sistémico y de heterogeneización. Se trata de que
cuando meditamos sobre la totalidad de
la sociedad en el marco de esa aspiración de alcanzar la eficiencia y la
eficacia de todas las instituciones, uno tiene que comprender algo que tiene
valor inconmensurable: es que todas las definiciones son relativas, o como dijo
el Che, son defectuosas. Las definiciones son compatibles en tanto la ciencia
no ha demostrado la necesidad de su modificación.
“Es por eso que hoy es reclamo, además del rescate de toda
esa cosmovisión martiana, tomar en cuenta el legado de Marx, Engels, Lenin,
Rosa Luxemburgo, Antonio Gramsci, del Che y Fidel.
“La comprensión de los cambios sistémicos en la sociedad hay
que hacerla eliminando toda compresión unidireccional o unívoca. La actividad
intelectual tanto desde la ciencia como desde la política, reclama además la
mirada integral y coherente de todas las conexiones entre las facetas de la
vida material y espiritual.
“Dentro de la totalidad de la sociedad es muy importante
tener en cuenta las interrelaciones sociales, interrelaciones que objetivamente
expresan dinámicas, movilidades en un sentido u otro que generan en muchas
ocasiones en el pensamiento sentimientos y síntomas de incertidumbre y de
pesimismo.
“Se requiere tomar en cuenta esa valoración para poder en el
campo de las decisiones, y desde la política buscar la salida oportuna. Por eso las
interrelaciones de lo objetivo y lo subjetivo que acontecen en los procesos
históricos concretos revelan la fuerza decisiva de la subjetividad social e individual.
Decía Carlos Marx: La sociedad en resumidas cuentas es la acción recíproca de
todos los hombres.
(…) Es insostenible el argumento que pretende defender la
idea de que el sujeto puede reflejar el objeto tal cual es (...) La realidad
que se plasma en los acontecimientos cotidianos no es más que la construcción
intersubjetiva de todos los sujetos que concurren en sus diferentes
manifestaciones como escenario de prácticas posibles. Pero esto no significa
subjetivismo.
“Es importante para un científico y para un político,
salvando las diferencias entre ambas esferas, no aceptar hechos dados sin
posibilidades de transformación. Es oportuno retomar una valoración de Fidel en
la
clausura del VIII Congreso de la Federación Lationamericana de Periodistas (FELAP)
cuando dijo: “Para mí los factores subjetivos tienen también una importancia
enorme, y la propia historia no marcha linealmente, tiene avances, retrocesos,
y de nuevo avances que se reanudan siempre intercalados con mayores o menores
retrocesos.”
(…) “Si meditamos en la responsabilidad de continuar
forjando los futuros cuadros con un pensamiento prospectivo debemos proseguir
afinando nuestras herramientas teóricas y tomar distancia de enfoques
unidireccionales que son expresiones superfluas y dañinas a la enseñanza de las
ciencias políticas y sociales; y por tanto a la profesionalidad de la dirección
política.
“No obstante el conocimiento vinculado con la ética, pese a la
existencia de incertidumbres, nos permite tomar las mejores decisiones para
construir un futuro alternativo. Los problemas por su propia naturaleza no son
políticos o filosóficos, no son absolutamente económicos. Los fenómenos de la
sociedad son integrales.
“En consecuencia, urge considerar las complejidades a que he
apuntado y apostar por reflexiones que estén por el espíritu de la transgresión
del estereotipo disciplinar o de los estancos históricamente establecidos por
las áreas particulares del conocimiento.
(…) “Si deseamos realizar un interpretación fecunda en las
condiciones actuales es oportuno retomar las ideas leninistas sobre la
dialéctica política y económica, así como la emblemática y rigurosa expresión
de Fidel: No hay economía sin política, ni política sin economía.
“Insistiendo en tan complejo asunto apelo a otra arista del
pensamiento de Fidel: la economía no es una ciencia natural, no es ni puede ser
exacta, es una ciencia social. Conceptos e ideas surgidos en una época, dentro
de un sistema social determinado tienden a perdurar en el tiempo, aun cuando
tales sistemas estén agotados o hayan desaparecido. Lo cual no pocas veces
perturba la interpretación más correcta de los acontecimientos. La enorme
diversidad de opiniones y teorías que se escuchan en las reuniones o encuentros
de las ciencias sociales son una prueba de ello.
“Servirán igualmente de ejemplo los enormes errores que se
cometen en cualquier proceso revolucionario profundo.
“De la política parecería decir mejor que es una mezcla de
ciencia y de arte aunque más de arte que de ciencia. Nunca debe olvidarse que
tanto en uno u otro caso la responsabilidad de la tarea corresponde a los seres
humanos y estos son tan variados y variables como combinaciones llevan en su
mapa genético”.
Profesor, usted se
refirió a cambios en el sistema político: ¿Acaso no puede constituir eso una
amenaza tomando en cuenta intentos similares en Europa del Este y la extinta
URSS donde comenzaron queriendo cambiar la economía, luego el sistema político
y terminaron negando al Socialismo?
“Eso requiere una explicación con detenimiento. Sobre
sistema político hay en el país diferentes interpretaciones. Hay quien define
al sistema político como un conjunto de instituciones de diverso carácter:
política, partidista, estatal. Lo reducen a instituciones. Otras definiciones
lo encierran en las expresiones de las características del funcionamiento de
esas instituciones, te dicen: sistema político democrático, sistema político participativo
o electoral.
“Creo que sistema político no se debe reducir a facetas o a
instituciones porque en primer lugar, el sistema político conceptualmente para
mí designa procesos políticos, relaciones políticas que puede ser
interinstitucionales o también son relaciones que están asociadas con
normativas y regulaciones. Porque en definitivas todas las instituciones están
reguladas por una Constitución como ley
de leyes.
Por eso, dentro de un sistema político no pueden separarse
las instituciones de todo el estado del derecho. Tiene que haber una coherencia
entre el Estado y el derecho, por lo tanto no acepto que me digan que el
sistema político es el Partido, el Estado, el Gobierno o la Administración,
porque todo eso está regido por normas que tienen un estatus de legalidad que
regula no solamente los marcos contextuales
en que ese país esté. También apunta hacia un camino, hacia una orientación.
“Por eso defino que el sistema político cubano es un sistema
de transición socialista. Además, como otro elemento recuerda, que entre esas
instituciones están las de la sociedad civil. Esas asociaciones (en Cuba pasan
de las dos mil) son vitales para la expresión de las relaciones políticas
porque, como dijo Marx, son quienes legitiman a esas otras instituciones del
Estado. Por lo tanto el Estado, los partidos, las organizaciones de ese
carácter son en todo caso expresión oficial de la sociedad civil.
“Ese es un primer momento: lo institucional en sentido
amplio, lo normativo regulador y en tercer lugar lo cultural, lo ideo-cultural
y comunicacional. Lo veo en esos tres momentos.
Los hombres que profesionalmente dirigen el Estado y el
Partido se fundamentan en las leyes y si esas personas no tienen la cultura y
la capacidad de comunicarse no hay nada.
“Es que no distinguimos entre lo político y la
política. Lo político te designa la fenomenología de la política. La política
es el orden que emana de un Estado, la relación del ciudadano con la polis o
sea el Estado, el Gobierno. Pero toda persona tiene sentimientos, piensa.
“Entonces lo político lo hemos puesto en el plano de algo
fuera de las personas.
También aludió a que
la Revolución Socialista es un proceso con una enorme carga subjetiva. ¿Es un
peligro que ahora nos vayamos al extremo de querer resolverlo todo desde la
economía?
“El problema es que la economía es política. Hace poco le
demostré a un grupo de dirigentes del Ministerio de Finanzas, con un editorial
del periódico Trabajadores de 1994,
que la economía siempre está en relación con la política y que por tanto la
política expresa la economía, pero esa economía no puede desarrollarse sin la
conducción de una política económica. Entendiéndola como el programa el trazado
que todo Estado o Gobierno establece.
“Desde el llamamiento al IV Congreso del Partido se hablaba
de la necesidad de elaborar un modelo económico a partir de las experiencias
acumuladas. Porque en Cuba no se hablaba de modelo. Ya en 1994 se habló de
actualizar el modelo, no porque hubiera uno asentado, sino sobre la base de lo
que se deseaba. Atilio Borón lo ha dicho: no hay modelo, se hace el modelo al
andar”.
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