- Back to Home »
- En Miami: Las sonrisas continúan prohibidas
¡Última noticia! Los magistrados de la Corte de Apelaciones de Atlanta, saben mejor de lo que ocurre con los niños cubanos que los propios habitantes del archipiélago. Es un misterio digno de los famosos Expediente X, como pueden conocer de la verdadera realidad de un país “por control remoto” al punto de vetar un libro guiado por objeciones ajenas.
Solo desde lo insólito puede explicarse cómo dos jueces del Onceno Circuito de Apelaciones de Atlanta hayan fallado a favor de la suspensión del libro “Vamos a Cuba” de las bibliotecas de Miami.
"Esto [el fallo] reivindica a los miembros de la Junta que dijeron que el libro era inapropiado porque no reflejaba la realidad'', dijo la vicepresidenta de la Junta Escolar de Miami-Dade, Marta Pérez. O sea que los miembros de la junta saben mejor que quienes vivimos en Cuba, cómo es la vida de los niños aquí.
Un poco de historia
Para entender mejor este historia de ciencia ficción es preciso remontarse a mediados del 2006 cuando la referida Junta Escolar de Miami-Dade ordenó que fuera retirado de los bibliotecas públicas del condado el libro “Vamos a Cuba” (A Visit to Cuba es su título en inglés), destinado a niños desde kindergarten hasta segundo grado.
En el mismo su autora Alta Schreier escribió frases como esta “la gente de Cuba come, estudia y trabaja como tú”, las cuales son inamisibles para los magnates la industria de la contrarrevolución pues contradicen por completo su principal fuente de ingresos: un esquema muy particular sobre la realidad cubana que les permite justificar todo tipo de acciones para subvertir el orden interno en Cuba.
En ese entonces el Comité de Distrito para Revisión de Materiales (CDRM) compuesto por maestros, administradores, miembros de la comunidad y un psicólogo infantil, consideraron el texto adecuado para escolares. Luego un comité de apelación también por abrumadora votación y más tarde el Superintendente Escolar Rudy Crew, recomendaron que el libro quedara accesible como lectura extracurricular para los educandos.
Sin embargo la Junta Escolar de Miami-Dade creyó más en la opinión personal de un padre y retiró el libro de los estantes.
Fue entonces cuando el asunto llegó a los tribunales pues la Unión de Libertades Civiles Americanas (ACLU, siglas en inglés) presentó una demanda en la Corte Federal de Distrito en el Distrito Sur de la Florida contra la junta argumentando que se violaba la Constitución al negársele a los estudiantes al acceso libre a la información.
¿Qué ocurrió ahora?
Dos años y medio después, la Corte de Apelaciones de Atlanta le ordenó a un juez federal de Miami levantar una interdicción preliminar que había permitido que Vamos a Cuba pudiera leerse en las bibliotecas escolares.
¿La razón?: Lo consideraron “inexacto”.
Tal vez si los dos jueces pudieran viajar a Cuba cuando quisieran, cosa que no pueden hacer porque su propio gobierno se los impide, no le creerían a quienes engordan sus bolsillos esparciendo toda clase de tergiversaciones y mentiras contras la Revolución Cubana. los niños aquí.
Lea además:
Censura en Miami.
(Por Max Lesnik.)
Publicar un comentario