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- Fidel enmudeció a Forbes
Por István Ojeda Bello
¿Qué esperaba la CIA y quien sabe cuantos más en el mundo que ocurriría tras lanzar la mentira de que Fidel tiene 900 millones de dólares? ¿Algún tipo de levantamiento interno? ¿Manifestaciones multitudinarias? O condenas en los foros internacionales.
Recuerdo ahora aquel maravilloso cuento “Meñique” en el libro La Edad de Oro de José Martí, donde el audaz y diminuto Meñique vence a la arrogante princesa en el juego de “haber quien dice la mentira más grande”. Si esa lid de embustes hubiera sido hoy Meñique no hubiera tardado tanto para vencerla. Con esta invención: “Fidel Castro tiene 900 millones de dólares” hubiera sido suficiente para que la princesa dijera “eso es demasiado” y se rindiera.
Si soñaban con determinadas repercusiones al interior de Cuba, entonces su frustración será completa. Francamente más allá de la risa o el asombro porque a alguien se le haya ocurrido decir que Fidel tiene una fortuna personal, nada más ha ocurrido y que conste que a los cubanos nos gusta hablar mucho y criticar a todo y a todos dentro del país.
Verdaderamente a los cubanos no nos hacia falta que nuestro presidente dedicara su tiempo a responder a tamaña falacia.
Desde luego el principal objetivo de una campaña semejante no era la audiencia cubana. No creo que los analistas del imperio sean tan estúpidos para planificar una operación así sólo para el público cubano.
El blanco, no cabe duda, era la opinión pública internacional. Para ello contaban con la complicidad tácita o explícita de los grandes circuitos mediáticos, siempre dispuestos a difundir por todo el orbe la “sensacional” noticia”.
La primera parte del plan parecieron lograrla cuando todas las agencias de noticias de alcance global y los supuestamente “serios” diarios no se tomaron el trabajo de comprobar si la historia de la revista Forbes era cierta.
Cuánto más, en el esquema planificado en alguna oficina de Washington y Langley, se preveía una nota oficial o algún editorial en el periódico Granma.
Después de más de 50 años lidiando con Fidel no acaban de conocerlo, con él no hay esquemas prediseñados. Por eso callaron estupefactos ante un emplazamiento tan contundente como estar dispuesto a renunciar a todas sus responsabilidades en Cuba si le probaban un solo dólar de fortuna personal.
Aún en el momento de escribir estas líneas la contundente respuesta de Cuba solo ha tenido el silencio por respuesta. Hasta los más elocuentes y gritones comentaristas de la ultraderecha de Miami se vieron desarmados ante un desafío tan impactante.
La felonía de los mentirosos es más reveladora ante cada palabra de Fidel. Porque él emplaza, desafía; denuncia a los verdaderos ladrones y Forbes ¿qué hace? ¿Qué dice el Departamento de Estado tan “enjundioso” en sus informes contra Cuba?... silencio, silencio.