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- Los poderosos no saben discutir
No por socorrida, la reacción deja de ser ilustrativa de la orfandad de argumentos de los representantes más “ilustres” de prensa trasnacional. La prueba más fehaciente ahora, es el supuestamente “respetable” diario español El País, el cual, asumiendo la más burda postura de guapetón de barrio optó por el ataque antes que el debate democrático con el colega Pascual Serrano.
Evidentemente los directivos del grupo Prisa, uno de los pulpos mediáticos españoles y propietario de referido rotativo, no soportó continuar quedando al desnudo en su derechismo. Hasta los entiendo: no debe ser fácil gastarse millones para satanizar a Cuba, a la Revolución Bolivariana y especialmente a su líder Hugo Chávez o propalar calumnias sobre el Che Guevara; y que luego venga un periodista y se las destruya simplemente confrontando la realidad de los
hechos con las fábulas de diario español.
Más de una vez El País fue una de las “estrellas” de las geniales “Perlas Informativas” de Pascual. “En una investigación sobre los medios de comunicación se pueden hacer análisis y estudios exhaustivos mediante un buen trabajo de exploración y seguimiento de los medios, o se pueden destapar ejemplos breves pero elocuentes, que pueden servir para dejarlos en evidencia. Yo he optado por el segundo formato”, así lo explicó él en una entrevista.
En aquellas palabras a María Toledano subrayó que: “Uno antes de abrir un periódico, escuchar una radio o elegir un canal de televisión, debería saber quiénes son sus propietarios, quiénes lo mantienen mediante la publicidad, qué relaciones poseen con gobiernos u otras empresas. Sólo entonces el ciudadano estará, digamos, vacunado para no ser engañado. Y como eso no sucede con ningún gran medio, ninguno merecería ser considerado como fuente de información válida”.
Con semejantes antecedentes es lógico que Prisa perdiera la paciencia e hiciera lo único que sabe: censurar o al menos tratar de hacerlo. Tomar la vía de la confrontación y el ataque personal antes que la discusión democrática.
Acusarlo a él y en consecuencia al sitio rebelion.org, de supuestas violaciones de los derechos de propiedad intelectual al citar partes de un artículo publicado por El País no es otra cosa que eludir la cuestión de fondo: su campaña de descrédito contra todo proceso revolucionario y en particular contra Venezuela, se fundamenta en las mentiras.
El “O lo quitan inmediatamente de su página o bien pagan la tarifa de derechos de reproducción”, del correo enviado por Irene Hes, gerente comercial de El País Internacional, sonó como a un “o está conmigo o contra mi” del más recalcitrante neoconservadurismo contemporáneo.
Lea además:
O pagas o te censuroEl País y la última careta
Para solidarizarse con Pascual o dar enviar opiniones al respecto. Vea www.noalacensuraenelpais.orgTambién pueden dirigirse al correo electrónico: grupocontracensura@noalacensuraenelpais.org
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