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- Elecciones en Estados Unidos
La TV “elige” al presidente
Por lo visto hasta ahora, será el posicionamiento de los candidatos en las cadenas de televisión y no los votos quienes decidan el final del actual show electoral en Estados Unidos.
Casi las 24 horas del sábado 19 de enero, como el resto de sus colegas, CNN mantuvo una cobertura permanente de la primaras en los estados de Nevada y Carolina del Sur. Parecía el sumun de la “libre información”, con analistas elegantes frente enormes pantallas de cristal líquido prediciendo cuál de los candidatos vencería y reporteros informando, en tiempo real, los resultados de las votaciones en los “caucuses” de ambos partidos. Todo un espectáculo mediático que esconde dónde realmente se decide quién ocupará la oficinal oval en enero de 2009.
The New York Times dijo en el 2000 que los norteamericanos no tenían tiempo para otra cosa que para ver televisión, y los políticos captaron bien el mensaje, a juzgar por las cantidades de dinero destinadas a la publicidad televisiva. Y si alguien duda lo muy en serio que se toman su imagen en la TV, sepa que solo durante el 2007 más de 715 millones de dólares fueron para pagar anuncios televisivos de proselitismo electorero.
Previo a la arrancada de las primarias presidenciales por el estado Iowa ya eran significativos los fondos destinados al referido objetivo. Los republicanos desembolsaron alrededor de 9.5 millones de dólares en publicidad en dicha demarcación, mientras que los demócratas emplearon 150 dólares en spots por cada miembro del comité estadual, hablando en números redondos: fueron casi 24 millones de dólares.
Solo allí los gastos de ambos partidos superaron los 50 millones de dólares, casi seis veces que en las elecciones del 2004.
Con semejantes cifras, es previsible que los aspirantes no escatimen sus chequeras cuando llegue el 5 de Febrero, conocido como “Súper martes”, pues de golpe y porrazo se dirimirán las primarias en populosos estados como New York, Illinois y California.
Pero varios analistas han advertido que, sabiéndose codiciadas, las televisoras están tomando partido a favor o en contra de uno y otro candidato.
Ron Paul, pretendiente republicano, afirmó estar dispuesto a demandar a Fox News/News Corp, por excluirlo del debate organizado por la cadena Fox. Otro tanto piensa hacer Dennis Kucinich con la Walt Disney Company, propietaria de la ABC News por haberlo dejado fuera del show.
Si esto ocurre en medio de unas elecciones donde las diferencias programáticas de los candidatos no rebasa los matices, no puede asombrarnos que otras naciones sean excluidos arbitrariamente de las principales cadenas televisivas aquellos aspirantes no convenientes a los grandes interés económicos que las controlan, sobre todo, con los representantes de las izquierdas.
De nuevo es el dinero y no las reales cualidades de cada uno de los postulados, quien decidirá cuál será el próximo presidente de la autoproclamada vitrina de la democracia mundial.
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