No es paranoia, es cierto

Posted by : Unknown lunes, 28 de marzo de 2011

Para quienes insisten en levantar el fantasma de la paranoia cada vez que el gobierno cubano denuncia las prácticas injerencistas de algunas organizaciones no gubernamentales extranjeras, bien les valdría examinar con detenimiento las revelaciones de médico José Manuel Collera Vento.

Cuando en 2003 quedaron al descubierto los turbios manejos de la SINA para ridiculizar al sistema de salud cubano, pareció la contundencia de las pruebas los convencería de no volver a intentarlo. Sin embargo la información hecha pública por el Doctor Collera Vento, demostró con creces que nadie escarmienta por cabeza ajena.

Ahora fueron muy bajo, pues no creo que repartiendo un montón de caramelos vencidos y organizando viajes a la playa se pueda hacer frente a tratamientos que cuestan decenas de miles de dólares. Mucho menos “empleando” a niños con cáncer en “obras de caridad” como fregar autos, cuyas ganancias, en cambio, sí les permiten a sus organizadores gastarse 100 pesos convertibles de un tirón en una tienda.

Este es un ejemplo de cómo Washington sigue apostando al esquema de “dividir en dos” al bloqueo ante los ojos de cubano promedio. Mientras hace lo posible por obstaculizar el desarrollo económico del país; da todo su apoyo a “iniciativas caritativas” como la anteriormente descrita. Estrategia de la que ni siquiera excluyen a las múltiples organizaciones religiosas o fraternales que existen dentro del país.

De hecho buena parte de los análisis y recomendaciones que están haciendo los diversos tanques pensantes estadounidenses van, precisamente, por la cuerda de influir entre los sectores no ligados directamente a la Revolución o aquellos, como el sector privado y cooperativo en el ámbito económico, fuera del control directo del Estado.

Las Razones de Cuba de este lunes pueden ser una buena oportunidad para abrirle los ojos a los encandilados con ofrecimientos pretendidamente “filantrópicos” pero que esconden cuestionables motivaciones políticas.

Por supuesto no creo que la respuesta sea “quemar el sofá” como se mofaba cierto analista hace poco. Sino simplemente eso: abrir los ojos, porque no es paranoia, es cierto.