Posted by : Unknown jueves, 24 de mayo de 2012


“El NTV [Noticiero Nacional de Televisión] pudiera ser más ameno, (…) también pudiera tener un formato y abarcar noticias más agradables al televidente, igual pasan cosas muy bonitas y buenas en el mundo”[1], decía un lector en la revista La Calle del medio. Visto así parece que la prensa cubana solo se concentra en los acontecimientos catastróficos y que el resto no.


El hombre mordió al perro
Según las encuestas una de las secciones más leídas del periódico en el cual trabajo es Tinta Fresca una tira dedicada a notas sobre curiosidades, pasajes de la historia local y otros asuntos, digamos, políticamente asépticos. Probablemente el lector que escribió a La Calle del medio se refiriera a este tipo de noticias que, dicho en otras palabras, no se buscan problemas con nadie pues casi siempre apelan a los novedoso, lo raro. Aunque no puedo preguntarle a ese lector cuál es su definición de “bonito” y “bueno”; en el párrafo previo da algunas pistas al respecto cuando, sobre los contenidos que de Telesur  transmite la televisión cubana, pide “no solo plasmar temas meramente políticos, suceden muchas cosas en América Latina y el Caribe para que solamente se muestre esa arista de nuestro continente”.
A todas luces dejó a un lado un cúmulo de programas que reflejan la diversidad cultural e histórica de Latinoamérica hechos por la cadena multinacional y que sí transmite la TV Cubana; quizás pensando en las interioridades de los ricos o famosos o el glamur de las estrellas de Hollywood que habitualmente colman los noticieros de las grandes transnacionales de la información y de otros que no lo son tanto.
Concediéndole el beneficio de la duda vale recordar que no fueron ni Telesur ni el NTV los creadores de esta noción de lo anormal como lo noticiable. De hecho es el paradigma estadounidense del periodismo quien universalizó desde mediados del siglo XIX a la noticia como la alteración de lo cotidiano. Siempre bajo el principio de que no es noticia si un perro muerde a un hombre, pero sí que un hombre muerda a un perro.
“Para un medio –sostiene la investigadora Stella Martini- son noticiables en primer lugar los acontecimientos que constituyen y representan una infracción, una desviación, una ruptura del habitual curso de las cosas y que hace que lo más negativo sea más noticia. Remite al dicho de que las malas noticias son las buenas noticias (bad news is good news), porque permiten la construcción en términos de color o de sensacionalismo” [2].
Maxwell McCombs, cuyos aportes a la teoría de la denominada agenda-setting  le valieron la notoriedad global en el campo de la teoría de la comunicación, decía en una entrevista publicada en 1997: “el problema principal que enfrenta el periodismo actual es la selección de temas catalogados como noticiosos y la manera en que se los cubre. Son analizados en aspectos muy diferentes a lo que realmente le interesa a la gente.”[3]
Desde su punto de vista esto ocurre debido a “la vieja definición de noticia como un problema, como aquello que llama la atención del gobierno, de la policía, etc. Esto ha determinado que noticia sea sinónimo de mala noticia y que no-noticia signifique buena noticia, que nada terrible ha pasado”[4].
Entonces la cobertura de lo catastrófico o lo negativo no parecer ser un problema privativo de la prensa cubana. Incluso podría decirse que no es, en primera instancia, su mayor desafío.

La ferviente solicitud del lector estaría denotando quizás, un ansia de más espectacularidad de los acontecimientos  algo que curiosamente fue una de las alertas hechas por Ignacio Ramonet cuando decía que la tendencia actual de los grandes medios de comunicación es crear el espejismo de que supuestamente son el puente para que el público “asista” a los acontecimientos, sea “testigo” por sí mismo, todo bajo una ecuación definida como “ver es comprender”. [5]

Se está produciendo entonces, describe Ramonet, una espectacularización de la noticia que prioriza los hechos cuyo contenido es visualmente atractivo, de lo cual se desprende que no habrá mucho espacio para el análisis de un periodismo de investigación responsable.

Sucede que tal vez estarían cambiando los referentes noticiosos de las audiencias cubanas. Recuérdese por ejemplo que en la contemporaneidad la extensión de diversos dispositivos de reproducción de audiovisuales la están poniendo en contacto con ese otro tipo de noticia a la manera de shows y programas de televisión en el cual se suceden hechos espectaculares como grandes accidentes o historias “buenas” como la dulce felicidad de la idílica clase media estadounidense. 

“Buenas” noticias
Antes de pasar a la inmortalidad, Julio García Luis nos decía que  “nada puede ser más difícil, engañoso y peligroso que la pretensión de control burocrático sobre el discurso de la prensa y de la comunicación, en su sentido más amplio” [6].

“En primer lugar, -explicaba el periodista y profesor- porque en una sociedad moderna, mediatizada e interconectada, hay muy escasas posibilidades reales de ejercer algún monopolio sobre el discurso mediático; y en segundo lugar, porque el grado de exposición pública e información existentes, requieren que el discurso, para ser efectivo, se legitime a sí mismo ante la opinión pública, a fin de que éste pueda gozar de reconocimiento e impacto real en la ciudadanía. Lo más importante no es el monopolio, sino la confianza de los públicos”[7].

O sea que la ruta hacia mejores, más atractivos y creíbles noticieros o periódicos, no sería, creo, diciendo  más cosas “buenas” como pide el lector, sino como nos dijo Julio a golpe de precisión, de observar y de analizar la realidad.
  

NOTAS

[1] La Calle del medio. p_ 15, no. 46, febrero de 2012.
[2] Stella Martín. Periodismo, noticia y noticiabilidad, En http://www.nombrefalso.com.ar  [ Consultado el 29 de septiembre de 2003].
[3] Maxwell McCombs. Véase Paulina Leyva Muñoz Entrevista a Maxwell McCombs. Hay que reinventar el concepto de noticia En_ http://www.saladeprensa.org/art247.htm [Consultado el 23 de mayo de 2012]. 
[4] Ídem
[5] Sobre el tema recomendamos consultar a: Ignacio Ramonet. ¿Desaparecerán los periodistas?._En VIII Encuentro Iberoamericano de Periodistas, La Habana 13 y 14 de noviembre de 1999. DOCUMENTOS._ p 191-197. Ed._ Pablo de la Torriente Brau. La Habana. 2001.
[6] Julio García Luis falleció en La Habana 12 de enero de 2012. Véase Julio García Luis: El discurso de los periodistas en Cuba hoy. Intervención en el VI Encuentro Nacional de la Crónica Miguel Ángel de la Torre, Cienfuegos, noviembre 2011. En_ http://www.cubadebate.cu/opinion/2012/01/23/julio-garcia-luis-el-discurso-de-los-periodistas-en-cuba-hoy/ 
[7] Ídem

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