Cubaizquierda

Hasta hace poco Ferguson era una desconocida localidad del estado norteamericano de Misuri, hasta que los disturbios tras la muerte a manos de un policía del joven negro Michael Brown trastocaron el anonimato una urbe en la cual siete de cada 10 de sus 21 mil habitantes es afrodescendiente, pero donde 50 de 52 los miembros de las fuerza policíaca son blancos.
Este evento, no solo relanzó hacia los primeros lugares dentro de la agenda de los medios el tema de los asesinatos por motivos raciales, también volvió a demostrar lo complicado que suele ser su cobertura por la prensa. 

Los primeros en notarlo fueron, junto a los familiares de la víctima, los periodistas de los medios allí. The Riverfront Times el diario local apenas tiene tres reporteros a tiempo completo en su plantilla y según su editor Chad Garrison, se han visto desbordados, mientras sobreviene cierto complejo de inferioridad frente al arribo en masa de las cadenas y agencias de noticias de alcance nacional. “No sean intimidados por la prensa nacional e internacional y no sientan que esta historia está fuera del alcance de una redacción pequeña”, le dijo a su equipo.

Garrison subrayó que esa situación también obra a su favor pues al parecer los protagonistas se sienten más cómodos frente a los periodistas de su propia comunidad. Ese fue el caso de Jessica Lussenhop, reportera del The Riverfront… quien logró entrevistar a los padres de Michael Brown dentro de su propia casa.

Pero la avalancha de colegas forasteros es un problema menor frente a las dificultades que están teniendo para hacer su trabajo. Al punto que esta semana 48 medios de comunicación a través de asociación la Reporters Committee For Freedom of the Press hicieron pública su malestar “por la detención injustificada de dos periodistas el pasado miércoles, y también por los reportes de intimidación policial, y acoso a los reporteros en Ferguson”. Paradójicamente emporios como CNN están siendo acusados de mentir y ocultar y digan la verdad de lo que ocurre en la ciudad del centro de EE.UU.

De hecho uno de los uniformados amenazó con dispararle MustafaHussein, periodista de Argus Radio, mientras este filmaba una de las protestas, al similar le pasó al conductor Christopher Hayes de MSNBC.

Aunque, quizás, lo más triste sea que la atención de los grandes medios a un asunto de larga data como los asesinatos por motivos raciales en los Estados Unidos rara vez sobrepase los límites de lo espectacular y vuelva a dejar de ser importante cuando finalmente vuelva la calma a Ferguson.