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- El Caso Myers amenaza apelación de los Cinco
El arresto del ex funcionario del Departamento de Estado de Estados Unidos, Walter Kendall Myers y su esposa bajo cargos de haber espiado para Cuba no puede tener otro fin que el de impedir que la Corte Suprema acepte considerar la apelación de Los Cinco.
De una manera sumamente extraña el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) saca a la luz este caso cuando la Corte Suprema aún no se ha pronunciado sobre si aceptará o no la solicitud hecha por Gerardo Hernández, Fernando González, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y René González, para que considere su apelación.
¿Por qué el Caso Myers amenaza a los Cinco?
No importa si la pareja efectivamente es culpable o no. La publicidad en torno suyo será suficiente para levantar el fantasma de la inexistente “amenaza cubana” a la seguridad nacional de los Estados Unidos.
Téngase en cuenta que tanto los Cinco como los Myers tienen, a los ojos de los circuitos mediáticos, el calificativo de “espías”. Y no se trata de simples análisis paranoicos, solo basta con escuchar qué dijo la semana pasada el senador Mel Martínez. “Sólo a noventa millas hay un gobierno hostil hacia el pueblo de Estados Unidos, -dijo el congresista- un régimen que trata de hacer daño y que está en contra de los intereses estadounidenses en el mundo”.
Martínez es la cabeza visible en el Senado de los círculos más recalcitrantes de la derecha cubanoamericana y sus declaraciones de que los últimos acontecimientos son “ motivo suficiente para que la Administración ponga fin a cualquier negociación diplomática con el régimen, incluido el aplazamiento de las conversaciones migratorias””, indican un propósito claro, enrarecer lo más posible el clima bilateral.
Por eso no es descartable que esta acción del FBI esté motivada por razones políticas. Las mismas que llevaron al arresto de Los Cinco en 1998, cuando su labor de vigilancia sobre los grupos terroristas del sur de la Florida beneficiaba a la seguridad de ambos países.
Recuérdese además que en ese entonces el jefe del FBI en dicho estado, Hector Pesquera, antes de informar a sus superiores en Washington, telefoneó a los legisladores Lincon Diaz-Balart e Ileana Ros, para informarles del éxito de la operación.
Así, podríamos estar en presencia de una conspiración entre varias agencias del gobierno y el lobby anticubano para mostrar que la Mayor de Las Antillas pone en peligro la seguridad de los Estados Unidos; y por consiguiente enturbiar el análisis que en estos momentos hace la Corte Suprema del caso de los Cinco.
Estos hechos continúan demostrando como el gobierno de los Estados Unidos ha dejado a un lado la justicia y continúa actuando de mala fe, una actitud que debe ser denunciada ante la opinión pública internacional.
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