Posted by : Unknown jueves, 24 de septiembre de 2009


Los últimos acontecimientos en Honduras continúan acaparando la atención del mundo...

Honduras:
Allí se engendra una revolución

Por: Fidel Castro Ruz
Septiembre 24 de 2009



El pasado 16 de julio dije textualmente que el golpe de Estado en Honduras “fue concebido y organizado por personajes inescrupulosos de la extrema derecha, que eran funcionarios de confianza de George W. Bush y habían sido promovidos por él.”

Cité los nombres de Hugo Llorens, Robert Blau, Stephen McFarland y Robert Callahan, embajadores yankis en Honduras, El Salvador, Guatemala y Nicaragua, nombrados por Bush los meses de julio y agosto de 2008 y que los cuatro seguían la línea de John Negroponte y Otto Reich, de tenebrosa historia.

Señalé la base yanki de Soto Cano como punto de apoyo principal del golpe de Estado y que “la idea de una iniciativa de paz a partir de Costa Rica fue transmitida al Presidente de ese país desde el Departamento de Estado cuando Obama estaba en Moscú y declaraba, en una universidad rusa, que el único Presidente de Honduras era Manuel Zelaya”. Añadí que “con la reunión de Costa Rica se cuestionaba la autoridad de la ONU, la OEA y demás instituciones que comprometieron su apoyo al pueblo de Honduras y lo único correcto era demandar del Gobierno de Estados Unidos el cese de su intervención en Honduras y retirar de ese país la Fuerza de Tarea Conjunta.”

La respuesta de Estados Unidos, tras el golpe de Estado en ese país de Centroamérica, ha sido pactar con el Gobierno de Colombia un acuerdo para crear siete bases militares, como la de Soto Cano, en ese hermano país, que amenazan a Venezuela, Brasil y todos los demás pueblos de Suramérica.

En un momento crítico, cuando se discute en una reunión cumbre de Jefes de Estado en Naciones Unidas la tragedia del cambio climático y la crisis económica internacional, los golpistas en Honduras amenazan con violar la inmunidad de la Embajada de Brasil, donde se encuentra el presidente Manuel Zelaya, su familia y un grupo de sus seguidores que fueron obligados a protegerse en ese recinto.

Está probado que el gobierno de Brasil no tuvo absolutamente nada que ver con la situación que allí se ha creado.

Es por tanto inadmisible, más aún inconcebible, que la Embajada brasileña sea asaltada por el gobierno fascista, a no ser que pretenda instrumentar su propio suicidio, arrastrando el país a una intervención directa de fuerzas extranjeras como ocurrió en Haití, lo que significaría la intervención de tropas yankis bajo la bandera de Naciones Unidas. Honduras no es un país lejano y aislado en el Caribe. Una intervención de fuerzas extranjeras en Honduras desataría un conflicto en Centroamérica y crearía un caos político en toda América Latina.

La heroica lucha del pueblo hondureño, después de casi 90 días de incesante batallar, ha puesto en crisis al gobierno fascista y pro yanki que reprime a hombres y mujeres desarmados.

Hemos visto surgir una nueva conciencia en el pueblo hondureño. Toda una legión de luchadores sociales se ha curtido en esa batalla. Zelaya cumplió su promesa de regresar. Tiene derecho a que se le restablezca en el Gobierno y presidir las elecciones. De los combativos movimientos sociales están destacándose nuevos y admirables cuadros, capaces de conducir a ese pueblo por los difíciles caminos que les espera a los pueblos de Nuestra América. Allí se engendra una Revolución.

La Asamblea de Naciones Unidas puede ser histórica en dependencia de sus aciertos o errores.

Los líderes mundiales han expuesto temas de gran interés y complejidad. Ellos reflejaron la magnitud de las tareas que la humanidad tiene por delante y cuán escaso es el tiempo disponible.


El Presidente Zelaya y la valentía de una acción

Por Amy Goodman

Manuel Zelaya, el presidente democráticamente electo de Honduras, está de regreso en su país tras haber sido derrocado por un golpe militar el 28 de junio. Zelaya apareció allí de forma inesperada el lunes por la mañana, anunciando su presencia en la capital, Tegucigalpa, desde la Embajada de Brasil, donde se refugió. Los hondureños comenzaron de inmediato a dirigirse a la embajada a mostrar su apoyo. La valiente acción de Zelaya se produce en una semana muy importante, en la que los líderes mundiales se encuentran en Nueva York para participar de la Asamblea General de las Naciones Unidas, a la que le seguirá la reunión de presidentes y ministros de economía del G-20 en Pittsburgh. El gobierno de Obama podría verse obligado, finalmente, a sumarse a la opinión mundial de oponerse decisivamente al golpe.

Aún no queda claro cómo ingresó Zelaya a Honduras. Le dijo a la prensa el lunes: “Tuve que recorrer durante quince horas, unas veces caminando, otras veces marchando, en diferentes lugares, a medianoche, porque yo quería celebrar el cumpleaños de la patria con el pueblo hondureño." Una fuente de la Embajada de Brasil dijo que es probable que se haya ocultado en el baúl de un auto, atravesando hasta 20 puestos de control en forma exitosa.


Cerca de la madrugada del martes, los seguidores que desobedecieron el toque de queda impuesto por el gobierno y que se encontraban frente a la Embajada de Brasil fueron dispersados en forma violenta con gases lacrimógenos y cañones lanza agua. Se cortaron los servicios de electricidad, las líneas telefónicas y el agua de la embajada, y las fuerzas armadas hondureñas pusieron un camión con altoparlantes allí, con el himno nacional hondureño a todo volumen. El lunes, la Organización de Estados Americanos (OEA) reiteró su reclamo por “la firma inmediata del Acuerdo de San José”, el acuerdo negociado por el Presidente de Costa Rica Oscar Arias, que reclama el regreso de Zelaya como presidente, con miembros del régimen golpista dentro del gobierno y amnistía para todos los que participaron en el golpe. Zelaya estuvo de acuerdo con los términos propuestos, pero el presidente del régimen golpista, Roberto Micheletti, los rechazó.

Luego del golpe del 28 de junio, la OEA suspendió de inmediato a Honduras del sistema de derechos de la OEA y solicitó la restitución inmediata de Zelaya. El 30 de junio, la Asamblea General de la ONU emitió un pedido unánime para “el reestablecimiento inmediato e incondicional de Zelaya en el poder”.

De modo similar, la Unión de Naciones Sudamericanas, UNASUR, en su cumbre en Quito, Ecuador, denunció formalmente el golpe. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA viajó a Honduras a fines de agosto e informó que las manifestaciones a favor de Zelaya “fueron interrumpidas por las fuerzas de seguridad pública, tanto la policía como las fuerzas armadas, provocando muertes, casos de tortura y maltrato, cientos de heridos y miles de detenciones arbitrarias”.

El 29 de junio, el Presidente Barack Obama dijo claramente: “El Presidente Zelaya fue electo democráticamente. Aún no había cumplido su mandato. Creemos que el golpe no fue legal y que el Presidente Zelaya continúa siendo el presidente de Honduras, el presidente electo democráticamente allí”. Pero las subsiguientes acciones -o la inacción- de Obama y de la Secretaria de Estado Hillary Clinton enviaron señales confusas. Mientras Obama utilizó en un principio la palabra golpe, los pronunciamientos oficiales sobre el tema evitaron el término, que, de ser utilizado, provocaría la suspensión obligatoria de la ayuda extranjera. En cambio, el gobierno de Obama desplegó una estrategia de castigo selectivo al régimen golpista, rescindiendo las visas a Micheletti y a otras figuras clave del golpe, y deteniendo el envío de la suma relativamente simbólica de 30 millones de dólares en ayuda.

La Secretaria de Estado, Clinton, dijo el lunes en una reunión con el presidente de Costa Rica, Oscar Arias: “Es imperativo que comience el diálogo, que haya un canal de comunicación entre el Presidente Zelaya y el régimen de facto en Honduras. Y también es imperativo que el regreso del Presidente Zelaya no provoque ningún conflicto ni violencia, sino que todos actúen en forma pacífica para tratar de hallar los puntos en común”. Las Naciones Unidas probablemente tomen medidas esta semana en apoyo a Zelaya. Zelaya dijo el martes desde la Embajada de Brasil en Tegucigalpa acerca de lo que espera ahora de Estados Unidos: “Que hagan respetar la Carta Democrática de la OEA. Que se convoque de manera urgente al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y que se preparen para actuar con todas las actividades comerciales y económicas para hacer que esta dictadura entienda el mensaje”.

Está previsto que el Presidente Obama presida una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, siendo esta la primera vez que un Presidente de Estados Unidos preside la sesión. Costa Rica actualmente tiene un lugar en el Consejo de Seguridad, y podría, en teoría, plantear el tema de Honduras. Luego en Pittsburgh, donde se reúne el G-20 para evaluar y actuar sobre la crisis financiera mundial, el apoyo de Brasil a Zelaya podría ser un factor clave. Brasil, uno de los miembros del G-20, es por lejos la mayor economía de América del Sur y es un aliado y socio comercial clave de Estados Unidos. Con los gases lacrimógenos flotando en la Embajada de Brasil en Tegucigalpa y un posible ataque armado contra la embajada por parte del régimen golpista para arrestar a Zelaya, esta semana Obama y Clinton finalmente podrían verse obligados a ayudar al pueblo hondureño a revertir el golpe.

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Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.

© 2009 Amy Goodman

Texto en inglés traducido por Mercedes Camps y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org

Andrés T. Conteris desde la Embajada de Brasil en Tegucigalpa

23 de septiembre de 2009

Andrés Conteris, del Programa Noviolencia Internacional y Democracy Now! en Español, se encuentra en la embajada de Brasil y está cerca del Presidente Zelaya. Escuchamos su segundo informe, en español:


Les informa Andres Thomas Conteris desde la embajada de Brasil en Tegucigalpa, Honduras. Aquí, en esta sede diplomática, esta el señor presidente José Maual Zelaya Rosales. Desde hace dos días ha estado aquí con su familia, con su equipo de seguridad y apoyo y con la prensa nacional e internacional. Aquí en la embajada se ha sentido la represión de este régimen golpista. Justo ayer, el martes a las cinco y media de la mañana, después de una noche de celebración en las calles acá en frente de la embajada, se sintió la represión después del regocijo.

O sea, un jubileo increíble en las calles que enfrenta un abuso total por parte de este régimen de facto. Acatacaron en la calle al frente de la embajada, con gases lacrímogenos y esos gases entraron y llenaron completamente toda la sede de la embajada de Brasil, aquí en Tegucigalpa. Todos nosotros y nosostras sufrimos ese ataque de gases, pero en la calle sufrieron mucho más, porque ahí les golpearon, les hirieron con balas, también gente hospitalizada, cientos de personas detenidas y cientos de personas heridas también. Lo que pasa es que este régimen golpista esta completamente desesperado y ya ven que están en un camino sin salida.

O sea, mañana día jueves, se va a reunir el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para tocar el tema de Honduras de manera de emergencia. El Canciller de Brasil solicitó esta reunión de emergencia y fue aceptada para que se convoque mañana jueves. Van a tratar el tema del hecho que este régimen golpista ha atacado no solamente la sede, pero en particular han atacado más intensamente al pueblo de Honduras. Pero lo que ha pasado aquí es que el pueblo se ha levantado, obedeciendo el tercer artículo de la Constitución, que cuando un gobierno es usurpador del poder, el pueblo tiene derecho a la insurrección. Y el presidente Zelaya ha dicho que esa insurrección tiene que ser de manera pacífica, y él pone mucho énfasis en el hecho de que tiene que ser de la no violencia activa.

DN!es: Andrés, y desde dentro de la embajada, desde lo que se comenta en el entorno del presidente Zelaya, ¿ellos están teniendo contacto con representantes del régimen de facto? ¿Está habiendo negociaciones o todavía no hay ningún tipo de contacto?


El presidente Zelaya vino a Honduras y aquí está en la embajada del Brasil, y el ha dicho muy muy claramente, está super abierto al diálogo. El esté queriendo que esta crisis termine en una negociación, para que no se tenga que derramar más sangre. Sangre que se ha derramdo tantas veces en estos días [inaudible]. El presidente ha dicho que está abierto al diálogo y solamente ayer se escuchó por primera vez en palabras que el señor Roberto Micheletti quiere entrar en un diálogo, pero bien sabemos que todo el proceso que ocurrió por semanas, en el proceso de San José Costa Rica, no terminó en nada. El señor presidente Zelaya aceptó todos los puntos de esta negociación y el régimen golpista con Micheletti no pudieron aceptar que el presidente, electo democráticamente por el pueblo de Honduras, regrese al poder, como él tiene el derecho de hacer. Entonces, no se sabe lo que quiere signifcar el hecho de que por fin Micheletti esta diciendo que está abierto al diálogo. Pero lo que estamos viendo son las acciones, las acciones de este régimen de facto son muy claras, o sea, la represión contra esta embajada de Brasil y la gente que está aca adentro, cortando la luz eléctrica, cortando el agua, previniendo que traigan medicina y comida. Estas son medidas de guerra psicológica en contra del presidente Zelaya, su familia, del equipo que está aquí y la prensa que también estamos presentes.

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