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- Diálogo migratorio Cuba-EE.UU: Paciencia, mucha paciencia
Tenía entendido que cuando se lleva adelante una negociación, es inteligente no importunar demasiado a la otra parte. Al parecer estaba equivocado pues Washington insiste en malograr las negociaciones sobre temas migratorios, reanudadas el año pasado, tras el arribo a la Casa Blanca de Barack Obama.
A sabiendas que La Habana se molestaría el jefe de la delegación estadounidense, Craig Kelly, incluyó en su agenda un pase de revista a sus asalariados internos. “Hemos dejado muy claro que tenemos una diplomacia mundial de relacionarnos con las sociedades así como los gobiernos... No estamos inclinados a hacer excepciones”, argumentaron luego funcionarios del Departamento de Estado.
Es ciertamente contraproducente con el discurso de una supuesta flexibilización de las tensiones que ahora la administración Obama haga una movida tan desafortunada que viene a enrarecer el ambiente. ¿Estamos en presencia de una intención deliberada de malograr las negociaciones?
Durante el 2009 la Sección de Intereses en La Habana se abstuvo de invitar a las recepciones más importantes a los líderes de los grupos internos cuya manutención corre a la cuenta del contribuyente norteamericano, en su lugar asistieron prominentes figuras de la cultura cubana.
Ahora es claro que solo eran puras relaciones públicas pues el funcionario de más alto rango del gobierno de Obama en visitar Cuba, no dejó de darle unas palmaditas en el hombro ¿y algo más? a sus “protegidos”.
A pesar de todo la visita del subsecretario de Estado adjunto para las Américas transcurrió sin demasiados incidentes, al menos por ahora. Si porque no se sabe que nuevas instrucciones les habrá dejado a sus empleados. Aunque es de presumir que haya impartido órdenes bien claras para sabotear los comicios parciales fijados para el mes abril.
“No creo que tenga que interrumpirse el diálogo salvo que el presidente Barack Obama vaya a hacer lo mismo que hizo [el ex mandatario George W.] Bush”, dijo este fin de semana el presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, haciendo gala de la paciencia china de Cuba para no dejarse llevar por las provocaciones
La Mayor de las Antillas mantuvo la calma consiente de la importancia de avanzar en un tema de mutuo beneficio para ambas partes. Recordando además que el asunto del flujo migratorio se ha convertido en un arma subversiva en manos de los sectores más agresivos del stablishment estadounidense para forzar una confrontación más grave entre los dos países.
Por eso, y quizás recordando a un pintoresco personaje de origen asiático que aparecía en el viejo teatro vernáculo, Cuba se mantiene con paciencia, mucha paciencia.
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