36 noviembres para 37
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Noviembre no siempre huele a lluvia, a hojas caídas, a viento que desordena
las ropas y las manda a volar muy lejos. Noviembre, mes de los rojos y
amarillo...
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- Universitario: Mi periódico del alma
Posted by : Unknown
domingo, 30 de mayo de 2010
Las crónicas escritas por “el viejo” Luis Enrique, me animaron escribir estas líneas que me salieron del alma, sin cursilerías y los que me conocen saben que no soy dado a esas cosas.
Cuando ingresé al team del Universitario ya este tenía su historia. Lo hice movido por las ganas de escribir y de ejercer una profesión que iba conociendo por el camino.
Más de una vez he comentado lo mucho que tengo que agradecerle al Universitario a mi formación como periodista. No solo por el obligado ejercicio que hice durante esos años escribiendo artículos de opinión, sino, y esto creo que es lo más importante, por el equipo tan maravilloso que formamos, casi sin quererlo.
Sin demasiados academicismos, quizás por instinto, fuimos construyendo un periódico diferente a tono con su tiempo pero sin olvidar las raíces.
Desde el principio me encargué de la página internacional allí, más informaciones frías intentamos comentar la actualidad del mundo. Por ese camino anduvo también el Boletín alternativo que surgiría un tiempo después dentro de la página. Armado con noticias habitualmente olvidadas por las grandes transnacionales de la información, contando sobre las luchas sociales y pareceres de los movimientos sociales de todo globo.
Varios hechos marcaron esa página. El primero probablemente haya sido el 11S. “El día que murió la música”, así, creo, titulé el cometario que escribí. Luego vendrían otros más: “Venezuela fue América”, me parece fue el encabezado para mi opinión sobre los estremecedores días del golpe contra Chávez en abril de 2002.
Ahora evoco nuestra mirada crítica a la “Revolución Naranja” de Ucrania, a la Guerra del Agua en Bolivia o el malogrado sueño que vivimos cuando Lucio Gutiérrez llegó a la presidencia del Ecuador.
¡Cómo no recordar la cobertura que hicimos a la invasión de Irak en 2003!, la cual no hubiera sido posible sin la ayuda de Sergio quien armó una maravillosa página especial. Al final, de eso me enteraría después, quedó un verdadero dossier sobre el tema.
Eso me conduce a otra aristas imprescindible en este recuento es nuestra intercambio con los muchachos del CRETI sin cuyo ayuda aún seríamos un montón de analfabetos informáticos. Al mismo tiempo con ellos aprendimos a conocer a nuestro público pues, por realidades objetivas de la Universidad, la mayor parte de nuestros lectores andaban por los caminos de las ingenierías, los números y las ciencias exactas.
Sin desprendernos de nuestra riquísima cotidianidad universitaria tan maravillosamente reflejada en La Tijera, apostamos por el enlace con lo universal con único propósito de crecer todos juntos “escribanos” y lectores.
En aquella tribu de soñadores cada cual hacía lo suyo y al mismo tiempo cooperaba con los demás.
Serán inolvidables las sugerencias de la K a cada uno de mis comentarios, más que una correctora de estilo, fue mi más aguda y certera crítica. Nadie la ha superado todavía.
Hoy muchos discuten las fronteras entre el periodismo digital y el “otro” sea el “tradicional”, desde entonces y eso lo aprendí en el Universitario, necesitamos crear un periodismo superior sin distingos de fronteras ni subestimando a los públicos. Aún conservó en PC la última portada del Universitario que me traje de Santiago casi antes de graduarme, tiene fecha 6 de junio de 2005. Mucho ha llovido desde entonces, ya muchos tenemos hijos, pero siempre será necesario recordar cuánto crecimos gracias al Universitario, ese siempre sería mi periódico del alma.
Cuando ingresé al team del Universitario ya este tenía su historia. Lo hice movido por las ganas de escribir y de ejercer una profesión que iba conociendo por el camino.
Más de una vez he comentado lo mucho que tengo que agradecerle al Universitario a mi formación como periodista. No solo por el obligado ejercicio que hice durante esos años escribiendo artículos de opinión, sino, y esto creo que es lo más importante, por el equipo tan maravilloso que formamos, casi sin quererlo.
Sin demasiados academicismos, quizás por instinto, fuimos construyendo un periódico diferente a tono con su tiempo pero sin olvidar las raíces.
Desde el principio me encargué de la página internacional allí, más informaciones frías intentamos comentar la actualidad del mundo. Por ese camino anduvo también el Boletín alternativo que surgiría un tiempo después dentro de la página. Armado con noticias habitualmente olvidadas por las grandes transnacionales de la información, contando sobre las luchas sociales y pareceres de los movimientos sociales de todo globo.
Varios hechos marcaron esa página. El primero probablemente haya sido el 11S. “El día que murió la música”, así, creo, titulé el cometario que escribí. Luego vendrían otros más: “Venezuela fue América”, me parece fue el encabezado para mi opinión sobre los estremecedores días del golpe contra Chávez en abril de 2002.
Ahora evoco nuestra mirada crítica a la “Revolución Naranja” de Ucrania, a la Guerra del Agua en Bolivia o el malogrado sueño que vivimos cuando Lucio Gutiérrez llegó a la presidencia del Ecuador.
¡Cómo no recordar la cobertura que hicimos a la invasión de Irak en 2003!, la cual no hubiera sido posible sin la ayuda de Sergio quien armó una maravillosa página especial. Al final, de eso me enteraría después, quedó un verdadero dossier sobre el tema.
Eso me conduce a otra aristas imprescindible en este recuento es nuestra intercambio con los muchachos del CRETI sin cuyo ayuda aún seríamos un montón de analfabetos informáticos. Al mismo tiempo con ellos aprendimos a conocer a nuestro público pues, por realidades objetivas de la Universidad, la mayor parte de nuestros lectores andaban por los caminos de las ingenierías, los números y las ciencias exactas.
Sin desprendernos de nuestra riquísima cotidianidad universitaria tan maravillosamente reflejada en La Tijera, apostamos por el enlace con lo universal con único propósito de crecer todos juntos “escribanos” y lectores.
En aquella tribu de soñadores cada cual hacía lo suyo y al mismo tiempo cooperaba con los demás.
Serán inolvidables las sugerencias de la K a cada uno de mis comentarios, más que una correctora de estilo, fue mi más aguda y certera crítica. Nadie la ha superado todavía.
Hoy muchos discuten las fronteras entre el periodismo digital y el “otro” sea el “tradicional”, desde entonces y eso lo aprendí en el Universitario, necesitamos crear un periodismo superior sin distingos de fronteras ni subestimando a los públicos. Aún conservó en PC la última portada del Universitario que me traje de Santiago casi antes de graduarme, tiene fecha 6 de junio de 2005. Mucho ha llovido desde entonces, ya muchos tenemos hijos, pero siempre será necesario recordar cuánto crecimos gracias al Universitario, ese siempre sería mi periódico del alma.
István. También a mí las nostalgias del viejo me revolvieron las mías, pero por más que busqué no encontré entre mis discos de 3 y media vestigios de aquella época. Todos los recuerdos están vivos en la memoria. Gracias por tus palabras de elogio. La corrección me sirvió para evitar "el susto de la cuartilla en blanco", como decía Luis Enrique, pero también para beber lo mejor de lo que se escribía allí, y se escribieron cosas buenísimas. Creo que si algo buno tenía el Universitario es que nos complementábamos. Juntos éramos serios y divertidos, profundos y ligeros, juntos logramos ir desde el microbio hasta la nube, con ciertos errores de principiantes, pero con el mismo ímpetu con el que se conquista el mundo. El Universitario tenía para mí un dream team, insuperable también en mi experiencia. Un abrazo
K
Es tempranito en Vertientes, bueno 8:37 am, y ya me he "desayunado" este post, ¡qué placer! reafirmo lo que dije UniversitariO nos hizo mas familia. Había que ver a Dubler metido en las copas de futbol aquellas y las opiniones de ciertos acalorados internautas, a Eric dando tijera y poniéndola buena, a Ojeda en su página internacional. Yo sí recuerdo cada texto, cada titular, como aquel del presidente salvadoreño. Recuerdo a una lectora de nombre Alba Rosa que perseguía el impreso y simbolizaba esa fidelidad. Coincido con K en que nos complementabamos todos. Incluso yo no quería que nos separáramos, aunque la vida quiso otra cosa. ¿Será posible que trabajemos juntos otra vez? ¿o dejamos aquellos días universitarios en el almario de cada uno? gracias Ojeda por escribir, yo sé que hay mas cosas por decir. Un abrazo a todos! y no jodan más con eso de viejo, que yo soy un titi.
Lamentablemente yo siempre fui el presente ausente, la vida me demostró que sirvo mejor para dirigir aunque también que soy un hombre de radio, pero gracias a ustedes aprendí muchísimo siempre lo digo nosotros fuimos dignos de admirar (sin que la fama se nos suba para la cabeza)a veces en reuniones de departamento siempre hablo de ustedes, el otro día hice fiesta cuando supe del corto de Fabián y es así la vida nos presentó y ahora debemos ser nosotros quienes empujemos el carro para vernos nuevamente juntos.
El Negro