Cubaizquierda

Ni el peor de los criminales merecía el fin que tuvo el hombre que rigió los destinos de Libia en los últimos 42 años. Así el nuevo gobierno que se constituya en la nación norteafricana nacerá con las manos ensangrentadas cuando se suponía que la gigantesca operación militar que sacó a Muammar al Gadafi del poder era para preservar los derechos humanos. Aunque siempre quedará la duda de si estamos ante otra operación de guerra cultural.

Gadafi fue ultimado en circunstancias aún por esclarecer, pero pocos dudan que se trató de una ejecución sumaria a manos de efectivos del llamado Consejo Nacional de Transición  (CNT) libio, confirmando por enésima vez que esta ha sido una guerra llena de macabras contradicciones y perversas omisiones.

Según parece fue localizado por la Inteligencia alemanes BND, que conocían su paradero desde hace semanas, según una información adelantada por el semanario germano "Der Spiegel".

Por su parte Omran al Oweib titulado comandante de las fuerzas de transición libias trató de hacer “control de daños” como diría Walter Martínez diciendo que trató de “salvarle la vida, pero no pude. No pude hacer nada por él. Él es incluso mi enemigo” y que “quería llevarlo vivo a Misrata para juzgarlo”. No obstante basta con revisar las declaraciones previas, tanto de las principales figuras del CNT como desde Washington, Londres o París, para saber que desde comienzo no estaba en sus planes mantener con vida a Gadafi.

El primer ministro británico David Cameron, dijo tras conocer la noticia que era “un día para recordar a todas las víctimas de Gadafi”, aludiendo en particular a las del avión de Pan Am 103. Sin embargo habría que preguntarse si ejecutarlo de esa manera no hace de sus captores tan criminales como se le tildó al ex líder libio.

La pureza o no de un proceso político quizás sea más nítida antes situaciones como esta. Por eso la etapa autoproclamada como de “transición a la democracia” comienza en Libia precisamente negando un principio inherente a cualquier democracia: el respeto al derecho de cada acusado al debido proceso.

No creo que lo italianos se sientan orgullosos por haber linchando en las calles a Benito Mussolini. Quizás en el futuro también los libios se avergüencen de mostrarse ante el mundo como un pueblo que llegado el momento se deja llevar por la venganza.

Adicionalmente el destacado investigador Eliades Acosta lanzaba un análisis interesante al subrayar “el objetivo es desmoralizar al enemigo, humillarlo y detener su capacidad de lucha y resistencia”. “Es –advirtió- una cuidadosa operación de guerra cultural y una típica operación de acción ofensiva en las llamadas Guerras de Cuarta Generación. En el caso libio: escenario cuidadosamente escogido y humillante (alcantarilla) fin de Gadafi a manos "del pueblo", "rogando por su vida”. Y concluyó “Una puesta en escena, todo demasiado perfecto para ser creíble. Una coreografía sangrienta Casi al calco de lo que intentaron hacerle a Che”.

Acosta no descarta la real posibilidad de que Gadaffi fuera capturado antes, por servicios de inteligencia occidentales y "entragado" para ser ejecutado por las bandas del CNT..

Esas reflexiones me recordaron las imágenes que se ¿filtraron? Cuando Sadam Hussein fue capturado que lo mostraron barbudo y demacrado con la mismas intensiones de ahora.

Por el camino quedará como canallesco aderezo a esta historia el cinismo de las potencias occidentales que ayer estrechaban las manos de Gadafi y luego celebraron con marcado regocijo su muerte. Esa es una lección muy clara sobre que le ocurre a quienes sueñen que la ruta de la concesiones pueda conducir a la paz duradera con los círculos de poder transnacional. ¡Ah! y recuerden que las tropas de la OTAN no se van por sí solas de ningún lugar y Libia no será la excepción