Posted by : Unknown viernes, 9 de diciembre de 2011


De nuevo Ramón Saúl Sánchez ha querido salir de la oscuridad de su fracaso para hacer otra de sus flotillas provocadoras frente a las costas de Cuba. Provocación, sí, porque no son pacifistas expresando “libremente” sus puntos de vista, sino un grupo liderado por un terrorista interesados en subvertir el orden interno de un país.
¿Por qué debemos creer en la palabra de un ex convicto por sus vínculos con el grupo terrorista Omega 7, de que sus intensiones son “no violentas”?. Este, no lo dude nadie, es otro intento por crear un incidente que justifique una intervención militar de los Estados Unidos en Cuba. De no ser así no valdría la pena dedicarle ni una sola línea a semejante show.

En primer lugar porque nada garantiza que en la oscuridad de la noche una de las naves del Movimiento Democracia traspase el límite de las 12 de millas, con en deliberado propósito de provocar un respuesta adecuada por parte de las embarcaciones de las Tropas Guardafronteras.

Sin embargo el verdadero irresponsable en esta historia es el gobierno de los Estados Unidos que no impidió la realización de esta nueva farsa de una contrarrevolución cada vez más trasnochada. Sínicamente el Departamento de Estado alegó esta semana que nada legal le permitía detener a Saúl Sánchez y su manada.

En 1870 el entonces presidente Ulises Grant emitió una proclama declarando como “pirata” a cualquier barco que saliera de sus costas con armas o pertrechos para los patriotas que en Cuba luchaban por su libertad. Así que ahora resulta poco creíble las alegaciones de la cancillería estadounidense pues si a Washington de veras le interesara impedir la salida de su territorio determinadas embarcaciones se las hubiera arreglado para hacerlo.

De hecho si la administración Obama respetara las leyes antiterroristas de su propio país, hace rato que Ramón Saúl Sánchez hubiera sido expulsado de EE.UU. pues su abultadísimo récord criminal dentro y fuera del país lo hacían no elegible para regularizar sus situación migratoria allí.

Pero ¡que puede esperarse de un gobierno que dejó morir en paz a Orlado Bosh y le permite al Osama Bin Laden de las Américas, Luis Posada Carriles pasearse libremente por las calles!.

Mientras tanto bien harían los efectivos de los Guardacostas o del FBI en vigilar estrechamente a Ramón Saúl Sánchez porque el hombre no sabe hacer otra cosa que organizar provocaciones navieras contras Cuba, de las cuales extrae el jugo monetario que le permite vivir sin trabajar. Así que independientemente el resultado de la flotilla terrorista de este 9 de diciembre, él seguirá porque, perro huevero, aunque le quemen el hocico...

En 280 caracteres...

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