Cubaizquierda

Todo es sujeto a ser vendible, comerciable, convertido en una mercancía, eso parecen decirnos los “genios” de la publicidad capitalista. El nuevo episodio con la imagen de Che Guevara reducida al rol de una poster comercial vino por cuenta de la firma automovilística Daimler AG, al emplearla para presentar su línea de autos Mercedes Benz en Las Vegas, EEUU. En otro intento de banalizar al símbolo quizás porque, como me dijo hace cuatro años un investigador de la vida del Guerrillero Heroico: “Che es un símbolo demasiado incómodo para toda dominación”.

Con toda seguridad los ejecutivos de la transnacional alemana no tengan ni la más remota idea de qué significa esa expresión mítica del argentino-cubano. ¿Sabrán que aquel rostro denotaba sobre todo la indignación de un hombre ante el crimen cometido aquel 4 de marzo de 1960 cuando cientos de cubanos y franceses perecieron en el atentado terroristas contra el vapor La Coubre?

No, ellos apelaron a ese sentido de rebeldía sin causa con que la industria cultural ha querido vaciar a ese rostro. Así lo confirma el que acompañaran la presentación hecha por Dieter Zetsche, presidente de la Mercedes-Benz, con un texto sumamente sugerente “Viva la Revolución”.

Por demás sustituyeron por el logo de la Mercedes… la estrella, sí porque es era la estrella de Comandante y que llevaba el Che en su boina y no “cruz” como dijo cierta prensa.

De hecho no es la primera vez que la imagen inmortalizada por fotógrafo cubano Alberto Korda es usada para fines tan bajos como este. Incluso en el pasado el propio Korda demandó a una agencia de publicidad de Londres por utilizar su fotografía para una campaña de la marca de vodka Smifnoff. Luego su hija realizó procedimientos legales para impedir la utilización de la imagen.

A esos esfuerzos se unió en 2011 artista Jim Fitzpatrick autor del poster con la foto de Korda por haber, famoso aparecido en jornadas de mayo de 1968 en París. Fitzpatrick la registró como marca comercial, justamente para evitar su libre uso como tal, traspasándoles los derechos a los familiares del Che.

Tampoco es nueva este tipo de publicidad… agresiva. En recientemente la firma Benneton causó un gran revuelo cuando, mediante uso de técnicas informáticas puso a besarse a personalidades políticas y religiosas claramente diferentes en sus puntos de vistas, sin hablar de su orientación sexual.

Los de Mercedes Benz se disculparon, obviamente solo fue de dientes para afuera. Si lo que querían era atención lo lograron. Desde los alaridos de la contrarrevolución en Miami hasta esta líneas.

Pero igual me quedo aquellas palabras de mi amigo Lázara Bacallao, apasionado investigador de la vida del Che: “El símbolo del Che sigue siendo esencialmente revolucionario. Es muy difícil desligarlo de esa condición, de su antiimperialismo y de un proyecto socialista, de un socialismo realmente liberador del ser humano, tercermundista y a la vez universal. Incluso, cuando algunos pensaron que su símbolo desaparecía, luego del derrumbe del llamado socialismo real, cuando la postura más radical posible era el antineoliberalismo, que no el anticapitalismo; Che, su símbolo, se levantó sobre ese tiempo y esas circunstancias; y los trascendió. ¿Por qué? Porque su pensamiento y acción constituyen una unidad, expresión y síntesis creadora que perdura hasta hoy -y se extiende hacia el futuro- como símbolo de la resistencia, la rebeldía, el compromiso social, el enfrentamiento a toda injusticia u opresión; su imagen simboliza los procesos auténticamente liberadores y revolucionarios”.