36 noviembres para 37
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Noviembre no siempre huele a lluvia, a hojas caídas, a viento que desordena
las ropas y las manda a volar muy lejos. Noviembre, mes de los rojos y
amarillo...
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- Una mujer dormida, olas marinas…promesa cumplida
Posted by : Unknown
lunes, 1 de octubre de 2012
“La hice de piedra, tenía más de dos metros de alto y estaba cerca de la entrada del hotel”, me dijo Ferrero en nuestra última conversación y quedó sellada la promesa de encontrar la única escultura que el reconocido escultor levantó en el balneario más famoso de Cuba: Varadero.
Aunque una pista falsa desvió por momentos la búsqueda, el consejo de un veterano trabajador en el Hotel Kawama nos devolvió por el camino correcto, pues con la remodelación del inmueble a inicios de los años 90 la obra fue trasladada de su ubicación original.
Según cuenta el historiador de Varadero, entre 1982 y 1983 la gran Rita Longa convidó a decenas de escultores para fundar el proyecto llamado Arte, Sol y Mar, por supuesto Ferrero fue uno de ellos.
Entonces el artista comenzó a labrar la roca para darle vida a la única figura en piedra en el Kawama, que recibía a los huéspedes desde un costado de la entrada principal, como recuerda Dora Betancourt Cordero quien comenzó como camarera en el hotel justamente en esa época.
Nadie sabe las intenciones de un escultor para darle a la imaginación, el camino adecuado para encontrar el sentido de su obra.
Por eso, quizás Ferrero nos da una rosa de los vientos para evitar perder el rumbo hacia un destino matizado por olas, silencio, sueño, faros y mujer dormida. Y para que no quedara duda de esta amalgama de senderos, en la base deja su firma inconfundible para perpetuar la vez que desde Las Tunas se viajó para dejar una huella en la playa azul.
Hoy la escultura ha sido relegada un sitio más discreto; pero igual el rostro dormido de mujer, parecer emerger de entre las olas ¿será una combinación entre la silueta femenina que muchos ven dibujada en el Pan de Matanzas, el mar de Varadero y el Faro de Maya?.
Por esas cosas de la vida allí; hace su guardia habitual Ernesto Tornés Flores, nacido en el municipio matancero de Colón pero por cuyas venas corre sangre tunera pues su padre es oriundo de la localidad puertopadrense de Delicias. Él no pudo aguantar la curiosidad de averiguar quiénes preguntaban por una escultura en la cual nunca había reparado. Ahora, quizás se anime a contar esta historia para hacer que Ferrero sonría desde la eternidad.
Aunque una pista falsa desvió por momentos la búsqueda, el consejo de un veterano trabajador en el Hotel Kawama nos devolvió por el camino correcto, pues con la remodelación del inmueble a inicios de los años 90 la obra fue trasladada de su ubicación original.
Según cuenta el historiador de Varadero, entre 1982 y 1983 la gran Rita Longa convidó a decenas de escultores para fundar el proyecto llamado Arte, Sol y Mar, por supuesto Ferrero fue uno de ellos.
Entonces el artista comenzó a labrar la roca para darle vida a la única figura en piedra en el Kawama, que recibía a los huéspedes desde un costado de la entrada principal, como recuerda Dora Betancourt Cordero quien comenzó como camarera en el hotel justamente en esa época.
Nadie sabe las intenciones de un escultor para darle a la imaginación, el camino adecuado para encontrar el sentido de su obra.
Por eso, quizás Ferrero nos da una rosa de los vientos para evitar perder el rumbo hacia un destino matizado por olas, silencio, sueño, faros y mujer dormida. Y para que no quedara duda de esta amalgama de senderos, en la base deja su firma inconfundible para perpetuar la vez que desde Las Tunas se viajó para dejar una huella en la playa azul.
Hoy la escultura ha sido relegada un sitio más discreto; pero igual el rostro dormido de mujer, parecer emerger de entre las olas ¿será una combinación entre la silueta femenina que muchos ven dibujada en el Pan de Matanzas, el mar de Varadero y el Faro de Maya?.
Por esas cosas de la vida allí; hace su guardia habitual Ernesto Tornés Flores, nacido en el municipio matancero de Colón pero por cuyas venas corre sangre tunera pues su padre es oriundo de la localidad puertopadrense de Delicias. Él no pudo aguantar la curiosidad de averiguar quiénes preguntaban por una escultura en la cual nunca había reparado. Ahora, quizás se anime a contar esta historia para hacer que Ferrero sonría desde la eternidad.
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