36 noviembres para 37
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Noviembre no siempre huele a lluvia, a hojas caídas, a viento que desordena
las ropas y las manda a volar muy lejos. Noviembre, mes de los rojos y
amarillo...
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- Romerías de Mayo: Naciendo a los 20
Posted by : Unknown
domingo, 5 de mayo de 2013
Casi “pared con pared” vivimos dos décadas y siempre la sentí un tanto esnobista, de nariz en alto, cosas de gente feliz por salir en los noticieros y disfrutarse en el centro del universo.
Se juntaron un montón de hechos, palabras, pensamientos… ¿fueron solo uno solo? y me invité a su encuentro y la encontré llegando a sus 20 años dejé que me abrazara se mostrara tal cual es.
Las Romerías de Mayo respiran diversidad de artes y culturas; porque rara vez uno, en mismo día intercambia con los colegas en las Bloguerias; y, en vivo, disfruta de un tango, dos bandas de rock, una danza asturiana, un rito de palo monte y una tumba francesa y música electrónica; sin olvidar el tema de Benny Moré a Adele a Habana Abierta, el rap o “La Maquinaria” de los Van Van.
Ahí estuvo Buena Fe para cantarme las cosas que necesitaba escuchar para armarme mi propio catalejo: uno que me deje mirar hacia atrás, hacia adentro y, espero, al futuro. También lo hizo René González acelerándome el pulso con las nuevas sobre su suerte y el joven chileno poniéndome los pelos de punta con el recuerdo de Allende y el sueño asesinado en La Moneda el 11 de septiembre de 1973;
En Romerías el centro de la ciudad de Holguín ve al reggaetón pelear en retirada transitoria y atrincherarse sus fortalezas de los centros nocturnos, guarecerse en los bicitaxis y en las caderas de dos adolescentes intercambiando consejos de baile solo con gestos.
Mientras, en el parque, anda un anciano: “Bruce Lee o Shogún”, lo llaman. “Tiene 62 años mi mira como lo tiene el alcohol” me dicen. Por la aceras se pasean la mujeres bellas y yo me refugio en mi propio diálogo con Alfredo Guevara cuyo libro, gratis, es una regalo del cielo y leyéndolo entiendo que él solo envejeció en el cuerpo.
De improviso la Romerías se me vuelven Galo y sus preguntas ¿cuál es tu sueño personal y de tu país? Él, ecuatoriano y escritor, quiso aclarar sus dudas sobre Cuba. ¡Vaya usted a saber por qué me escogió a mí! Tal vez la credencial prestada en mi cuello lo hizo decidirse. No importa. El hecho es que nos tomamos una hora de conversación con Alfredo desde su libro sirviendo de mediador. Nos despedimos con un estrechón de manos, solo eso.
De Romerías anduve por 48 horas agradeciendo la paciencia de los cariños a prueba del tiempo que, como siempre, no me fallaron y estuvieron ahí para escuchar aunque para hacerlo traspasaran las fronteras de la noche y tomaran por asalto la madrugada.
Se juntaron un montón de hechos, palabras, pensamientos… ¿fueron solo uno solo? y me invité a su encuentro y la encontré llegando a sus 20 años dejé que me abrazara se mostrara tal cual es.
Las Romerías de Mayo respiran diversidad de artes y culturas; porque rara vez uno, en mismo día intercambia con los colegas en las Bloguerias; y, en vivo, disfruta de un tango, dos bandas de rock, una danza asturiana, un rito de palo monte y una tumba francesa y música electrónica; sin olvidar el tema de Benny Moré a Adele a Habana Abierta, el rap o “La Maquinaria” de los Van Van.
Ahí estuvo Buena Fe para cantarme las cosas que necesitaba escuchar para armarme mi propio catalejo: uno que me deje mirar hacia atrás, hacia adentro y, espero, al futuro. También lo hizo René González acelerándome el pulso con las nuevas sobre su suerte y el joven chileno poniéndome los pelos de punta con el recuerdo de Allende y el sueño asesinado en La Moneda el 11 de septiembre de 1973;
En Romerías el centro de la ciudad de Holguín ve al reggaetón pelear en retirada transitoria y atrincherarse sus fortalezas de los centros nocturnos, guarecerse en los bicitaxis y en las caderas de dos adolescentes intercambiando consejos de baile solo con gestos.
Mientras, en el parque, anda un anciano: “Bruce Lee o Shogún”, lo llaman. “Tiene 62 años mi mira como lo tiene el alcohol” me dicen. Por la aceras se pasean la mujeres bellas y yo me refugio en mi propio diálogo con Alfredo Guevara cuyo libro, gratis, es una regalo del cielo y leyéndolo entiendo que él solo envejeció en el cuerpo.
De improviso la Romerías se me vuelven Galo y sus preguntas ¿cuál es tu sueño personal y de tu país? Él, ecuatoriano y escritor, quiso aclarar sus dudas sobre Cuba. ¡Vaya usted a saber por qué me escogió a mí! Tal vez la credencial prestada en mi cuello lo hizo decidirse. No importa. El hecho es que nos tomamos una hora de conversación con Alfredo desde su libro sirviendo de mediador. Nos despedimos con un estrechón de manos, solo eso.
De Romerías anduve por 48 horas agradeciendo la paciencia de los cariños a prueba del tiempo que, como siempre, no me fallaron y estuvieron ahí para escuchar aunque para hacerlo traspasaran las fronteras de la noche y tomaran por asalto la madrugada.
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