Posted by : Unknown sábado, 13 de junio de 2015


Rachel Ramírez Casí es uno de los más de siete mil rostros anónimos que hacen realidad en Las Tunas ese heroísmo habitual mucho más difícil que las epopeyas de los libros, como una vez me dijo René González Sehwerert. Ella sabe del valor de su gesto y con una sonrisa elude la pregunta indiscreta de si tiene o no novio.
“La primera donación voluntaria de sangre la hizo Fidel y como él siempre ha depositado su confianza en la juventud eso me motivó a hacerlo también. Es un gesto altruista que salva vidas humanas”, dice quien con 20 años de edad ya acumula seis donaciones.

Es trabajadora de los Servicios Comunales en el municipio de Jesús Menéndez en el oriente de Cuba, y asegura no temerle a los pinchazos. Aunque “la primera vez sí estaba un poquito nerviosa”, confiesa. Entonces tenía apenas 18 años.

Todavía siente esa sensación de ser parte en algo grande cuando escucha de que algún paciente lo han transfundido en el hospital. “¿Será con mi sangre?” Se pregunta. “Entonces me emociono un poquito porque sé que estoy contribuyendo a que esa transfusión sea posible”, señala.

“Una vez estando en el hospital de Puerto Padre –cuenta- estuve dispuesta a donar cuando supe de una urgencia. Fui y di mi paso al frente solo que no era de mi grupo sanguíneo la que necesitaban y no doné en esa ocasión”.

Al principio en su casa hubo alguna resistencia, quien sabe si porque es mujer o porque a su edad la suponían preocupándose otras cosas. “Ahora no, ya lo toman como algo normal”, sostiene

“Seguiré donando mientras tenga salud para hacerlo”, sentencia. Por eso si alguna vez escucha de algún familiar o amigo que necesitó sangre B positivo quizás sea la de esta muchacha que comparte un poquito de sí para darle vida a los demás.

En 280 caracteres...

Lo más leído

BlogoVentana

Con la tecnología de Blogger.

- Copyright © Cubaizquierda -Metrominimalist- Powered by Blogger - Designed by Johanes Djogan -