36 noviembres para 37
-
Noviembre no siempre huele a lluvia, a hojas caídas, a viento que desordena
las ropas y las manda a volar muy lejos. Noviembre, mes de los rojos y
amarillo...
- Back to Home »
- 17 D , Barack Obama , Cuba , Cuba-EEUU , visita de Obama a Cuba »
- Obama bajo el sol de Cuba… en marzo
Posted by : Unknown
viernes, 19 de febrero de 2016
Después de filtraciones mal disimuladas, Barack Obamainformó que estará en La Habana el 21 y 22 de marzo. Obviamente tanto él y sus
asesores sopesaron la correlación costo-beneficios de esta decisión y han
concluido que las ganancias serán mayores que las pérdidas.
Antes, en enero, The
New York Times había dicho que el Archipiélago podría incluirse en la girapresidencial por Latinoamérica. En diciembre, el propio presidente manifestó anteYahoo Noticias sus intensiones alrespecto pero aclarando que lo haría partiendo del principio de poder reunirse
con quien estimara conveniente.
Eso provocó que Cuba, a través de Josefina Vidal, directora
general de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, respondiera
que nuestro gobierno no negociaría “cuestiones inherentes al ordenamiento interno
del país, a cambio de una mejoría o de
una normalización de las relaciones con Estados Unidos”. Esa declaración fue
reiterada tras saberse que el arribo del presidente tiene días definidos.
¿Obama y su equipo han entendido que deberán ser sobrios en
sus comentarios y acciones si es que quieren que la visita sea un éxito? Veremos. Aunque las primeras señales
anticipan que apelará a la simpatía que genera su imagen pública y que tratará
de legitimar a su mercenariado interno en los programados contactos con la
sociedad civil, un concepto que para Cuba y EE.UU. tiene sentidos opuestos.
Otros mensajes muy claros del actual ocupante de la Oficina
Oval estarán dirigidos hacia los propios Estados Unidos y el resto del mundo.
Al comentar el anuncio del viaje The Washington Post especuló que la fecha escogida tendría además
el propósito de que el estadista coincidiera en La Habana con el momento de la
firma del acuerdo de paz definitivo entre el gobierno colombiano y las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Si bien esto probablemente no
ocurra en esos días, sí podríamos escuchar un nuevo espaldarazo de Obama a su
aliado, el presidente Juan Manuel Santos, justamente desde el sitio donde
tienen lugar las negociaciones.
Con esta acción la Casa Blanca les está diciendo a los representantes
de la ultraderecha de origen cubano que el cambio de método con Cuba llegó para
quedarse. Incluso en el peor de los escenarios el presidente estaría pasando a
la historia y eso vale mucho si hablamos
de su legado.
Electoralmente hablando, a la altura del 21 de marzo el panorama
tiene amplias probabilidades de haberse despejado lo suficiente como para impulsar
la plataforma demócrata, porque el grueso de la primarias en los estados ya se
habrán realizado, incluyendo Florida, que las hará un semana antes.
Seguramente será en este último sitio donde el asunto podría
ser usado por el, o los, candidatos republicanos que sigan en carrera para
denostar al gobierno demócrata por lo que consideran una concesión más a Cuba.
Sin embargo, los estrategas de la Administración parecen haber concluido que ni
siquiera esas eventuales críticas les harán demasiado daño al Ejecutivo y a los
aspirantes de su partido, quienes coinciden en su política al respecto.
Además del lado republicano siguen creciendo los partidarios
de este acercamiento con La Habana y las encuestas corroboran el abrumador
apoyo de los votantes de origen cubano a la normalización de las relaciones.
Desde que John Calvin Coolidge Jr. asistiera a la VI
Conferencia Internacional de Estados Americanos celebrada en La Habana en 1928,
ningún otro norteamericano que haya sido presidente pisó suelo cubano durante
el ejercicio de su cargo. Richard Nixon y John F. Kenney, que también llegaron
a la primera magistratura estadounidense estuvieron en Cuba en la década del 50
en calidad de vicepresidente y senador, respectivamente. James Carter vino dos
veces a La Habana (2001 y 2011) pero ya para ese entonces había terminado su
mandato.
De manera que la notoriedad del viaje de Obama es
incuestionable pues con su presencia reiterará el reconocimiento de Washington
a la legitimidad de la institucionalidad creada por la Revolución Cubana en
vida de la generación histórica que la guió. Eso pesa mucho por cuanto Cuba no
ha cedido en cuestiones de principios y refleja la intensión de su
Administración de continuar moviéndose hacia el fin efectivo del bloqueo.
No obstante no debemos esperar grandes anuncios ni un giro
brusco en el actual perfil del presidente norteamericano hacia la Mayor de las
Antillas. Su estancia aquí apenas estaría apuntalando las ideas de una parte de
la clase política de su país que por encima de filiaciones partidistas, indudablemente
sabe de la urgencia de evolucionar hacia posturas más sutiles en su conflicto
histórico con Cuba.
Publicar un comentario