Cubaizquierda

Muchas veces Fidel ha hecho suya aquella contundente frase de Martí: toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz. Olvidarla pueden llevarnos a episodios tristes.

Pero siempre habrá una oportunidad para recordarlo, si no, alguien lo hará por nosotros.
Sin importar dónde nos encontremos, nunca será tarde para saber que el poder se va con el viento y que solo el cariño de los demás queda para hacernos mejor la vida.

Por eso no faltarán las oportunidades para reconocer nuestros errores. Hacerlo es otra manera de decirle a quienes no estiman que somos, en definitiva, humanos.

No dejar espacio para la traición es la mejor manera de convertir los traspiés coyunturales en victorias futuras.

Aunque el enemigo celebre, la integridad y la firmeza siempre, al final le ganarán la partida.

Vea además:

Carta de Carlos Lage Dávila

Carta de Felipe Pérez Roque