36 noviembres para 37
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Noviembre no siempre huele a lluvia, a hojas caídas, a viento que desordena
las ropas y las manda a volar muy lejos. Noviembre, mes de los rojos y
amarillo...
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- Honduras: La arrogancia de los golpistas no cayó del cielo
Posted by : Unknown
lunes, 6 de julio de 2009
• La actitud del gobierno de facto develó el apoyo de que disfrutan desde el Norte.
• Mientras tanto la naturaleza de la OEA quedó al descubierto: sin la acción de los yanquis no existen.
• ¿Qué ocurrirá ahora?
Con desfachatez el gobierno golpista de Honduras impidió el regreso del presidente constitucional de ese país, José Manuel Zelaya Rosales. Antes habían detenido, a tiro limpio, el avance de la masa de pueblo que se congregó para recibir a su presidente.
¿Cómo es posible que ante los ojos del mundo se mostraran tan arrogantes al punto de amenazar con derribar al avión y reprimir sin la más mínima misericordia una manifestación pacífica?
El que no hace… otorga
Como certeramente denunciara el presidente venezolano, Hugo Chávez, el gobierno de facto que encabeza Roberto Micheletti está apoyado, al menos tácitamente, por los Estados Unidos.
El que calla otorga, dice el refrán, pero en este caso no se trata de manifestarse contrario al golpe, como de alguna manera lo ha hecho la Casa Blanca, sino de demostrarlo con hechos. Algo en lo que ciertamente no han sido explícitos.
La administración Obama se las arregló para ser ambigua en su proceder como para que los golpistas sientan que sus acciones tienen cierto grado de aprobación estadounidense. Sin descontar eventuales contactos secretos estarían produciéndose entre la Comunidad de Inteligencia de los EE.UU. y los integrantes del gobierno de facto y, sobre todo, de la Junta Militar que verdaderamente gobierna el país.
Por momentos pareció que la Organización de Estados Americanos (OEA) tomaba un segundo aire como autoproclamada garante de la democracia en el continente. Sin embargo de nuevo fue clara su inoperancia real, pues el ultimátum a los golpistas, fue flagrantemente rechazado.
No cabe la menor duda en solo una acción clara desde la Casa Blanca le confiere a la OEA la autoridad artificial de presionar a los gobierno de la región. Como este no ha sido el caso, todas las condenas y “presiones” del organismo se las llevó el viento.
¿Y ahora?
Aunque en concreto el presidente Zelaya no pudo pisar el suelo de su país, desde el punto de vista político los golpistas quedaron al descubierto en su esencia fascista, mezquina y falta de los más elementales principios morales.
Se ha llegado a un punto en que tres factores se vuelven críticos para lograr el regreso de la constitucionalidad a Honduras.
En primer lugar la presión popular, la cual va en ascenso y que en la jornada de este domingo demostró potencialidades increíbles. Puso en jaque a la policía y obligó al Ejército a toma medidas desesperadas.
Desde luego no puede faltar el tema Washington. Es imprescindible forzar al gobierno de Obama a hacer palpable su distanciamiento de los golpistas, de manera que estos sientan de veras, su soledad. Ese y no otro debe ser el propósito del presidente Zelaya en la reunión que sostendrá con la secretaria de Estado, Hillary Clinton
La conjunción de estos dos factores, forzará irremediablemente la acción sobre el tercero: El Ejército.
Hasta el momento los militares, secuestraron y expulsaron del país a un presidente electo bajó los cánones de democracia bendecidos por los mismo centros de poder que ahora les ordenaron actuar.
Si los militares sienten que ya no tienen el apoyo del Pentágono, la única razón por la que se mantienen en su posición. Entonces, probablemente, actuarán los mandos medios e inferiores, eso que de verdad siente y padecen con la tropa.
El que los empresarios y demás representantes de la oligarquía hondureña le hayan retirado su apoyo a los golpistas o que al menos el estén exigiendo una salida negociada a la crisis por ellos creada, podría ayudar mucho.
Por lo pronto reviste similar importancia el regreso de Zelaya al país, lo cual, parece será imposible sin la colaboración de alguna unidad castrense que le garantice su seguridad. Sacando lecciones de la tensa jornada del 5 de julio, el mandatario manifestó este lunes que no revelará la fecha en la que regresará a su país a fin "de evitar el boicot de los golpistas".
El tiempo es la principal carta de los golpistas quienes continúan apostando a los hechos consumados y eso no podemos permitirlo.
• Mientras tanto la naturaleza de la OEA quedó al descubierto: sin la acción de los yanquis no existen.
• ¿Qué ocurrirá ahora?
Con desfachatez el gobierno golpista de Honduras impidió el regreso del presidente constitucional de ese país, José Manuel Zelaya Rosales. Antes habían detenido, a tiro limpio, el avance de la masa de pueblo que se congregó para recibir a su presidente.
¿Cómo es posible que ante los ojos del mundo se mostraran tan arrogantes al punto de amenazar con derribar al avión y reprimir sin la más mínima misericordia una manifestación pacífica?
El que no hace… otorga
Como certeramente denunciara el presidente venezolano, Hugo Chávez, el gobierno de facto que encabeza Roberto Micheletti está apoyado, al menos tácitamente, por los Estados Unidos.
El que calla otorga, dice el refrán, pero en este caso no se trata de manifestarse contrario al golpe, como de alguna manera lo ha hecho la Casa Blanca, sino de demostrarlo con hechos. Algo en lo que ciertamente no han sido explícitos.
La administración Obama se las arregló para ser ambigua en su proceder como para que los golpistas sientan que sus acciones tienen cierto grado de aprobación estadounidense. Sin descontar eventuales contactos secretos estarían produciéndose entre la Comunidad de Inteligencia de los EE.UU. y los integrantes del gobierno de facto y, sobre todo, de la Junta Militar que verdaderamente gobierna el país.
Por momentos pareció que la Organización de Estados Americanos (OEA) tomaba un segundo aire como autoproclamada garante de la democracia en el continente. Sin embargo de nuevo fue clara su inoperancia real, pues el ultimátum a los golpistas, fue flagrantemente rechazado.
No cabe la menor duda en solo una acción clara desde la Casa Blanca le confiere a la OEA la autoridad artificial de presionar a los gobierno de la región. Como este no ha sido el caso, todas las condenas y “presiones” del organismo se las llevó el viento.
¿Y ahora?
Aunque en concreto el presidente Zelaya no pudo pisar el suelo de su país, desde el punto de vista político los golpistas quedaron al descubierto en su esencia fascista, mezquina y falta de los más elementales principios morales.
Se ha llegado a un punto en que tres factores se vuelven críticos para lograr el regreso de la constitucionalidad a Honduras.
En primer lugar la presión popular, la cual va en ascenso y que en la jornada de este domingo demostró potencialidades increíbles. Puso en jaque a la policía y obligó al Ejército a toma medidas desesperadas.
Desde luego no puede faltar el tema Washington. Es imprescindible forzar al gobierno de Obama a hacer palpable su distanciamiento de los golpistas, de manera que estos sientan de veras, su soledad. Ese y no otro debe ser el propósito del presidente Zelaya en la reunión que sostendrá con la secretaria de Estado, Hillary Clinton
La conjunción de estos dos factores, forzará irremediablemente la acción sobre el tercero: El Ejército.
Hasta el momento los militares, secuestraron y expulsaron del país a un presidente electo bajó los cánones de democracia bendecidos por los mismo centros de poder que ahora les ordenaron actuar.
Si los militares sienten que ya no tienen el apoyo del Pentágono, la única razón por la que se mantienen en su posición. Entonces, probablemente, actuarán los mandos medios e inferiores, eso que de verdad siente y padecen con la tropa.
El que los empresarios y demás representantes de la oligarquía hondureña le hayan retirado su apoyo a los golpistas o que al menos el estén exigiendo una salida negociada a la crisis por ellos creada, podría ayudar mucho.
Por lo pronto reviste similar importancia el regreso de Zelaya al país, lo cual, parece será imposible sin la colaboración de alguna unidad castrense que le garantice su seguridad. Sacando lecciones de la tensa jornada del 5 de julio, el mandatario manifestó este lunes que no revelará la fecha en la que regresará a su país a fin "de evitar el boicot de los golpistas".
El tiempo es la principal carta de los golpistas quienes continúan apostando a los hechos consumados y eso no podemos permitirlo.
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