Guerra mediática contra Cuba: Una muerte duele, la mentira más todavía

Posted by : Unknown jueves, 18 de marzo de 2010

A mucho escavar y solo en la tercera página del buscador apareció una tímida referencia a huelgas de hambre de presos políticos no atribuida a ciudadanos cubanos.

Si porque atenidos a los titulares que diariamente circulan por la red Cuba ha sido condenada de antemano sin que se tomen el trabajo de averiguar si realmente se trata de presos políticos, o cuáles quienes están detrás de esta campaña de descrédito contra la Revolución Cubana.

Selectividad perniciosa de los acontecimientos

Después de mucho buscar por fin supe que Ali Salem Tamek, Brahim Dahan, Ahmed Nasiri, Iahadih Tarruzi, Saleh Lebuihi y Rachid Sgaier, todos saharauis, por ejemplo, desde el 4 de febrero de 2010 iniciaron una huelga de hambre por un período de 48 horas para denunciar los malos tratos a que son sometidos en las prisiones de Salé, Marruecos.

Antes, en 2004, unos dos mil 700 presos palestinos en diferentes cárceles de Israel ayunaron en protesta por las condiciones de cautiverio. Similares razones llevaron a hacer lo mismo a varios turcos en 2001 y como resultado de la misma seis de ellos murieron.

En 2006 un total de 75 prisioneros de la base estadounidense de Guantánamo se negaron a ingerir alimentos. Entonces el comandante Robert Durand, portavoz de la ilegal Base admitió a la prensa que los detenidos estaban siendo obligados a comer a través de una sonda introducida por la nariz y que va hasta el estómago.

De manera que en la última década en al menos diez países de América, Europa, Asia y África, reos han hecho huelga de hambre, incluso algunos han muerto. Asimismo varios gobiernos, la mayoría fuerte aliados de Washington han tenido que lidiar con parecidas y la respuesta ha sido idéntica. No ceder ante las presiones.

Las autoridades cubanas, en cambio respetaron la voluntad de Zapata y no lo obligaron a ingerir alimentos, sin embargo es a Cuba a quien se le coloca en el banquillo de los acusados. El gobierno antillano como cualquier estado que se respete no ha cedido a las presiones. En cambio su actitud se califica de cruel.

¿Qué hace tan especiales a Orlando Zapata y Guillermo Fariñas, cuyo carácter de presos políticos es completamente cuestionable? ¿Por qué precisamente ahora el Parlamento Europeo se tomó el trabajo de condenar a La Habana y la gran prensa repite a coro el titulares peyorativos contra la Revolución Cubana, mientras no hay personalidad del mundo de la política y del arte en la región a quien no se le coloque en la disyuntiva de pronunciarse?.

Huelgas para fabricar mártires

Algo hace diferentes al Zapata y Fariñas. Interese políticos y no razones humanitarias se esconden tras la magnificación artificial de esta historia. Se trata de dos individuos representativos de una clase de oposición política sin arraigo popular alguno y sí, muchas conexiones monetario-propagandístico con el exterior.

Al final ambos han servido para facilitarle a Madrid la oportunidad de abandonar de muy buena gana los esfuerzos para eliminar la posición común de la Unión Europea contra Cuba. Le han dado a las Damas de Blanco otros minutos de fama prefabricada en las páginas de la prensa internacional y para los hasta ahora menos favorecidos personajillos de la contrarrevolución interna, ha sido su hora de ascender en el escalafón asidos a la histérica defensa de una causa huérfana.

Había que sabotear de alguna forma los comicios intermedios en Cuba, preparar el terreno para crucificar a la Mayor de las Antillas en el Consejo de Derechos Humanos y agregar otro argumento al inmovilismo de Obama hacia una real normalización de la relaciones con Cuba.

Los cubanos somos por naturaleza compasivos, hasta por el peor de los criminales sentimos lástima a la hora de su sentencia de muerte. Pero en este caso son personas que han encerrado al humanitarismo en las garras del egoísmo y la prepotencia. Eso nadie puede permitirlo. Una muerte duele, la mentira más todavía.