36 noviembres para 37
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Noviembre no siempre huele a lluvia, a hojas caídas, a viento que desordena
las ropas y las manda a volar muy lejos. Noviembre, mes de los rojos y
amarillo...
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Posted by : Unknown
martes, 1 de marzo de 2011
Las Damas... de Verde |
Los últimos días de febrero parecían pintarse solos para hacer todo tipo de disturbios dentro Cuba. Al menos eso creyeron los asalariados del Imperio y todo el andamiaje mediático que los apoya fuera del país.
La combinación de dos aniversarios: el primer año de la muerte de Orlando Zapata y los 15 del derribo del avionetas de Hermanos al Rescate, junto a la ola de protestas antigubernamentales en el Oriente Medio y el norte de África parecían aportar el contexto “ideal” para armar el show habitual que pondría en tela de juicio la situación de los derechos humanos en la Mayor de las Antillas. Sin embargo, por enésima vez el fracaso fue estrepitoso.
Como era de esperarse las explicaciones recurrieron a las razones de costumbre a base de los ingredientes manidos: “detenciones domiciliarias”, “acoso” y “redadas” de la Seguridad Cubana que supuestamente habrían impedido la realización de las manifestaciones. Así pretendieron explicar el papelazo de la CNN que abrió su noticiero vespertino anunciando la ocurrencia de “protestas” (sic) en las inmediaciones del antiguo Palacio Presidencial de La Habana , cuando las fotos que exhibió a esa misma hora cubadebate.cu, probaron que, salvo unos niños jugando y un grupo de ancianos haciendo sus ejercicios de rutina, nada más alteraba la tranquilidad de la tarde.
¿El Día D?
Así estaba La Habana cuando CNN hablaba de "protestas" |
Ahora bien, ¿Por qué no ocurrió nada? Podría empezar por subrayar el amplio apoyo de que goza el gobierno cubano entre la población, la cual continúa mayoritariamente compartiendo la idea de que el país no requiere de los cambios políticos exigidos por Washington para levantar el bloqueo. Sin embargo dejaré que lo diga alguien para nada alienado con la política editorial de los medios cubanos.
“Esperaré –dijo- la fecha indicada por Facebook pero dudo que los cubanos sigan las instrucciones de sublevación que les envían desde el exterior. Como casi siempre los intereses y las agendas de las dos comunidades son muy diferentes”.
Más bien Ravsberg, aseguró no conocer a “un cubano que estuviera dispuesto y preparándose para lanzarse a la calle a protestar. Sin embargo, todos conocemos a muchas personas metidas en la aventura de iniciar su propio negocio, cafeterías, criadores de puercos, quincallas, transportistas, restaurantes, estudios de fotografía, peluquerías y un largísimo etc”.
O sea que también desde su punto vista aquí estamos más preocupados en arreglar al país que en destruirlo.
Pero el colofón llegó el sábado cuando la televisión cubana reveló la identidad de los agentes Vladimir y Emilio. El primero Moisés Rodríguez, por 27 años la mano derecha de Elizardo “El Camaján” Sánchez, el segundo Carlos Serpa Maceira, hasta ahora connotado periodista “independiente” y uno de los reporteros estrella de las Damas de Blanco y voz habitual en los noticieros de Radio Martí.
El mazazo a la credibilidad de la oposición interna y sus voceros externos fue tal que El Nuevo Herald no se recuperó de su estupor hasta lunes, limitándose a reproducir el lunes un cable de la agencia EFE que describió, a su manera, el hecho.
De hecho la Seguridad Cubana probó varias cosas. No solo capacidad de penetrar a los enemigos del país, sino también que no hacen falta instrumentos represivos contra quienes carecen de argumentos y un programa serio que presentar al cubano medio. De paso dejaron en evidencia a engendros como Radio Martí, cuya sola existencia es una afrentar a las más elementales reglas del periodismo.
Ahora seguramente vendrá el control de daños para tratar de quitarse de encima el fango, pero aunque todos hablen ya el ridículo está hecho.
Señor Abella: nunca espero que todos mis lectores apoyen la totalidad mis criterios. Solo aspiro a ser leído. Un principio que, parece, usted no comparte. Cuando esté preparado para establecer una controversia seria y respetuosa, cosa que sí han hecho otros de mis lectores; entonces, solo entonces, emplearé mi tiempo en usted...