Posted by : Unknown lunes, 19 de septiembre de 2011

Pensar en las muchas cosas que cada uno de nosotros ha hecho o vivido en los últimos 13 años y contraponerlo a que ese mismo tiempo lo han pasado encerrados sin razón Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Fernando González, Ramón Labañino y René González, tal vez sea comprender la terrible injusticia que se ha cometido con ellos.

Recordando que el terreno de las cortes sigue siendo una zona minada por los prejuicios políticos. Ahora mismo los abogados de Gerardo y Tony se encuentran inmersos entre mociones, réplicas, memorandos y declaraciones juradas dentro de la incierta petición de Habeas Corpus que presentaron a favor de sus defendidos, como último recurso que les queda en el terreno jurídico. Mientras tanto Ramón y Fernando presentaran sus propias mociones dentro de unas semanas.

Momentáneamente la atención se ha centrado en René quien el venidero 7 de octubre, saldrá de la prisión floridana de Marianna para concluir su condena bajo el régimen de “libertad supervisada”, justamente un día después que se cumplan 35 años de atentado que mató a las 73 personas que viajaban el vuelo 455 de Cubana de Aviación.

Sin embargo lo que podría haber sido un justo homenaje a las víctimas de Barbados será otra afrenta a su memoria, pues la jueza Joan Lenard, rechazó la moción presentada por los abogados del héroe cubano, de manera que este tendrá que pasar los próximos tres años en Miami.


Así, René se verá forzado a vivir dentro de una ciudad notoria por la violencia contra quienes han osado tener siquiera una posición de respeto hacia la Revolución Cubana. Todavía están frescos los recuerdos de los atentados que cobraron la vida de Eulalio Negrín y Carlos Múñiz Varela, las explosiones en la sede de la revista Réplica o en la sala donde actuaría Rosita Fornés. Aunque de estos hechos ya han pasado varios años las manifestaciones violentas contra la presentación allí de artistas cubanos o las amenazas de muerte contra Juanes por “atreverse” a cantar en La Habana, dicen a las claras que la tolerancia no es precisamente una cualidad abundante dentro de la clase política miamiense.

¿Qué podría entonces ocurrirle allí a alguien públicamente dijo ser un agente del gobierno cubano para vigilar las actividades de los terroristas de Miami? Eso nadie puede asegurarlo, pero muchos coinciden en que su vida corre peligro.


Irónicamente la jueza Lenard calificó de “prematura” la solicitud de René, argumentando que solo cuando haya pasado algún tiempo bajo libertad supervisada, es que el podría solicitar un cambio en las condiciones de esta.

Si algo le pasara a René será responsabilidad en primer lugar, no solo de la jueza, sino también del gobierno estadounidense por no haber hecho uso de sus prerrogativas para traer a Los Cinco de inmediato a casa. Dañando de paso su ya bastante deteriorado discurso de una supuesta flexibilización del clima bilateral, provocando precisamente todo lo contrario.

Por eso como dijeron los niños de La Colmenita hay que continuar exigiéndole “al señor Barack, premio Nobel de la Paz, que le diga al señor Obama, presidente de los Estados Unidos”, que libere a Los Cinco ¡ya!.

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