Tras los pasos del sol
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¿Te pasas más tiempo pensando en el futuro o en el pasado? ¿Por qué? Tras
los pasos, el sol, la vida , el canto de los niños. Tras los pasos, el mar,
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- Sede del Acto por el 26 de julio: Cambian las reglas, ¿también la prensa?
Posted by : Unknown
domingo, 10 de junio de 2012
El cambio en el método para otorgar la sede del Acto Centralpor el 26 de Julio, supone un reto importante para muchas esferas de la vida
social económica del país y en particular para la prensa. Al parecer se quiere
imprimir un sentido mucho más pausado, profundo, eludiendo el maratonismo y hacer
más énfasis en el sentido político de conmemorar tan significativa fecha. Sin
embargo uno de los primeros reportes de prensa que vi al respecto me dejó bien
claro el trabajo que le está costando comprenderlo a algunos colegas.
Fin de la competencia
El cese de la emulación nacional para definir la sede de las
celebraciones centrales que conmemoran los asaltos en 1953 a los cuarteles
Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, suponen un cambio, si no radical, lo
suficientemente significativo como para el obligado replanteo de los actuales mecanismos
de incentivo de las masas.
La competencia anual hacía el trabajo relativamente fácil
para cuadros políticos y el sistema de medios de comunicación en el ámbito de
cada provincia. La natural motivación que representaba compulsar a los
colectivos a esfuerzos a corto plazo para sobrepasar sus propias marcas
productivas, hacían de la emulación por el 26 de julio, una carrera, usando un
término del atletismo, de medio fondo en los casos felices y de velocidad pura
en la peor de sus interpretaciones.
Con la mejor de las intensiones buena parte de los resortes
propagandísticos se montaron en la dinámica de lograr la sede del acto por el
26. Algo que de manera inmediata parecía ser efectivo si más tarde sobrevenía
el ansiado otorgamiento. Pero ¿Qué pasaba cuando ocurría lo contrario?: El lógico desaliento de quienes creyeron qué
era posible lograrlo.
Ahora, sin embargo, el Buró Político del Comité Central del
Partido pone fin a este esquema de compulsión transitoria, y al establecer el
otorgamiento de la sede del acto de manera rotativa parecer haber dejado sin
herramientas para incentivar el esfuerzo colectivo. ¿Es realmente así? ¿Podía
haberse mantenido el sistema emulativo? Tal vez sí.
Por muy dispares que sean las características
económico-sociales de cada una de las provincias cubanas, pienso que la
competencia podría haber sobrevivido instituyendo un sistema que evaluara a
cada cual de acuerdo a sus resultados, desde luego, pero estos en proporción a
los planes de cada cual.
.
.
Así, no importaría,
por ejemplo, la cantidad producida,
sino esta frente a los recursos empleados para lograrla. Porque las provincias
grandes tienen más problemas, pero también más recursos y las pequeñas a la
inversa. Por tanto si una de las menos desarrolladas lograba buenos resultados
haciendo un uso óptimo de sus capacidades, merecería el premio frente a una más desarrollada, que, sin embargo, no
había sido capaz de potenciar esas ventajas en el papel.
Sin embargo la dirección política de la Revolución ha optado
por una vía que, a simple vista, se estaría evitando el engorroso trabajo que
traería un sistema emulativo proporcional; pero al mismo tiempo marca el camino
hacia una concepción que, a larga, podría ser más efectiva.
En su nota el diario Granma
subrayó el “motivo de legítimo orgullo para los revolucionarios cubanos” que
significa celebrar el 26 de julio. A eso parece estar poniéndole todo su empeño
el Buró Político; porque es innegable que se trata de una fecha que todos los
revolucionarios cubanos celebramos con pasión. Solo que ahora será una fiesta
anunciada con antelación.
¿Quiere decir esto que se perderá la motivación? Obviamente
el empuje de la competencia sí, pero saber con suficiente anterioridad en qué
año le corresponderá al territorio ser la sede del acto, le permitirá, por
ejemplo, trazar estrategias productivas y/o de desarrollo con un plazo mucho
mayor, con la ventaja adicional de permitirse planificar y corregir cada paso, exhibiendo
resultados mucho más duraderos.
La oportunidad perdida, por ahora
En el primer reporte que transmitió el Noticiero Nacional de
Televisión el corresponsal desde Guantánamo demostró, como se dirían en el
béisbol, no haber tomado bien la seña; pues en su información exaltó ciertos resultados alcanzados en los últimos
años por su territorio que la habían hecho, dijo, merecedora de la sede de la
conmemoración del Día de la Rebeldía Nacional.
Desde luego pasó por alto que a la más oriental de las
provincias cubanas le había correspondido la sede, única y exclusivamente en
arreglo al sistema rotativo; por
tanto no tenía sentido, creo, hablar de resultados
que, podrá haberlos, pero desde ahora no son más el criterio prioritario.
Este hecho nos pone frente a la realidad de que, también los
periodistas, y los mecanismos que establecen las políticas informativas,
tendremos que reformular nuestros estilos a la hora de presentar y analizar la
valía de un asunto tan sensible como el significado del 26 de julio en sí mismo
y cada acto que se realice.
Nos han puesto delante la oportunidad de terminar con la
estridencia efímera y avanzar hacia una ponderación más pausada, pero aguda, de
las implicaciones de organizar el acto nacional que recuerda el inicio de
nuestra última etapa por la liberación definitiva.
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