Posted by : Unknown jueves, 11 de octubre de 2012

“¡Increíble! ¡Inconcebible! ¡Hugo Chávez ganó las elecciones!” podría estarse diciendo ahora mismo un lector o televidente en Caracas, Madrid, Stuttgart, Viena, Ciudad del Cabo o Tokio porque según el esquema dibujado por la prensa oposicionista y los circuitos mediáticos globales afines era casi un hecho que Henrique Capriles debería ser el presidente de Venezuela.

Como durante el golpe de Estado en abril de 2002 y más tarde en el paro petrolero vuelve a hacer aguas el pretendido poder de influencia de los medios masivos de comunicación antichavistas sobre los públicos. A pesar de su innegable preponderancia sobre el lado bolivariano en esta ocasión tampoco lograron sus propósitos.

Encuestas, solo la superficie

Previo a los comicios el campo de batalla parecía ser las encuestas pues mientras unas daban como ganador a Chávez, otras hacían otro tanto a favor de Carriles, al punto que previo al anuncio del Consejo Nacional Electoral (CNE) la encuestadora Varianza, aseguró que el candidato de la derecha había triunfado con una ventaja de un 3.2 por ciento.

Dentro del esquema comunicacional de la oligarquía venezolana la publicación de sondeos maliciosos fue apenas la punta del iceberg. Al respecto el analista Luis Ángel Hurtado Razo indicaba los núcleos duros que guiaron el mensaje de la derecha venezolana previo a las elecciones del 7 de octubre.

El lado “escuálido”, dice Hurtado Razo, trató de colocar varias ideas básicas en las mentes del electorado: “1) la enfermedad del presidente en turno (Hugo Chávez) la cual podría impedir su gestión de gobierno ante la posibilidad de volver a reelegirse en el poder, 2) que Venezuela se encuentra atrapada en una dictadura, y era necesario buscar una posible sucesión presidencial y 3) la ventajas que traería a la sociedad el fin de la dictadura venezolana”[1].

Así, explicó, los medios apegados a esta línea se concentraron en establecer un clima que contagiara a los indecisos con el llamado “efecto de Bandwagon”. Por muy anticuado que parezca (las teorías relacionadas con el “vagón de cola” datan de mediados de los años 40 del siglo pasado) parece tener sentido la presencia de estas dado el notable el empeño de la oligarquía venezolana y sus conexiones externas por crear en los indecisos la percepción de que Capriles ganaría para inclinar su voto hacia el aspirante por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

Curiosamente quienes más sucumbieron a los efectos de dicha estrategia comunicacional fue el público hispano en Estados Unidos. El comentarista Justo Cruz se preguntó: “¿Quién es el culpable de que algunos venezolanos y cubanos del sur de la Florida estén incrédulos, defraudados, decepcionados, tristes, rabiosos, llorando y pataleando porque Chávez haya derrotado contundentemente a Capriles? (…) Son los medios de Miami que no se cansaron de repetir e insinuar que Capriles podría ganar las elecciones. La política hacia Cuba y Venezuela en la Florida no cambia, ellos siguen creyendo que manipulando y des-informando a la opinión pública pueden tumbar gobiernos y lograr milagros.” [2]

Negar la realidad colocó a los mass media que siguieron esta pauta una vez más en el ridículo aunque ahora se enfrasquen de hurgar en los resquicios negativos de la inobjetable victoria del proyecto socialista venezolano.

“La Revolución Bolivariana ha sido el proceso político del que más se ha (des)informado de forma diametralmente opuesta a lo que estaba sucediendo. Si el público español hubiera tomado nota sistemáticamente de forma contraria a lo que le decían los medios de comunicación, hubiera tenido una idea más acertada de la realidad que creyéndoles”, advirtió Pascual Serrano, para referir luego un pequeño pero preciso grupo de ejemplos de cómo la prensa ibérica sigue mirando con el prisma del negativismo el acontecer en Venezuela.[3]

El sesgo se mantiene después de los comicios. Así lo demostró el titular de diario El País que lo único que se le ocurrió destacar del triunfo de Chávez fue que ahora el líder bolivariano podría gobernar 20 años.

Similar actitud asumió, vale señalarlo también, el corresponsal de Univisión en Venezuela durante la rueda de prensa ofrecida por la dirigencia del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) tras los comicios, mediante sus preguntas claramente capciosas al primer vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello.

No se trata de esperar de medios de comunicación representativos de los intereses oligárquicos domésticos y globales que celebraran la victoria de Chávez como lo hicieron los órganos de prensa simpatizantes de la Revolución Bolivariana, pero tal vez una postura un tanto más seria les hubiera ahorrado el papelazo porque para estos medios las elecciones en Venezuela fueron la confirmación de que una cosa es con guitarra… y otra fue en las urnas.

NOTAS
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[1] Luis Ángel Hurtado Razo. Apuntes comunicativos sobre las elecciones presidenciales de Venezuela. En_ http://www.sdpnoticias.com/columnas/2012/10/11/apuntes-comunicativos-sobre-las-elecciones-presidenciales-de-venezuela.

[2] Justo Cruz. ¿Henrique Capriles, presidente del Estado de Louisiana?. En_http://www.la-isla-desconocida.blogspot.com/2012/10/henrique-capriles-presidente-del-estado.html?utm_source=twitterfeed&utm_medium=twitter

[3] “Durante todo el año previo al referéndum de la reforma constitucional (2006) se estuvo diciendo que (Chávez) se postulaba como presidente vitalicio cuando sólo pretendía poder presentarse a la reelección, del mismo modo que lo puede hacer el presidente español. Publicaron que desde su antiamericanismo había prohibido la Coca-Cola cuando las autoridades sanitarias venezolanas lo que no autorizaron fue el edulcorante que se utilizaba en la modalidad Zero, también prohibido en Estados Unidos y Canadá. Nos contaban que prohibía los Simpson, (en 2008) cuando el organismo regulador lo que sencillamente planteó fue el cambio de horario en una televisión privada. La ciudadanía española está convencida de que Chávez ha expropiado de forma autoritaria las empresas pero lo único que sucedía es que su administración se dedicaba a comprar acciones en Bolsa, como cualquier capitalista, en sectores estratégicos de telefonía, eléctricas y banca para tener un Estado fuerte, tal y como había en España antes de las privatizaciones de Felipe González y José María Aznar. El presidente venezolano expuso en la ONU durante veinte minutos (en 2006) una propuesta de reforma para hacerla más democrática y cambiar su sede, y sólo nos enteramos de que empezó su intervención diciendo "huele a azufre". Le vimos en televisión cantar una ranchera pero no cómo informaba en ese mismo acto de la inauguración de cientos de consultorios médicos.” Pascual Serrano. Por qué no entendemos a Chávez. En_ http://www.rebelion.org/noticia.php?id=157240

Para más detalles sobre este acoso mediático contra Venezuela, véase además del propio autor: Desinformación. Cómo los medios ocultan el mundo. Ediciones Península, Barcelona, 2009.

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