Cubaizquierda

La emoción de mi vecino por saber que vería a Telesur  en señal  abierta fue la mejor confirmación de que 20 de enero sería un día memorable desde el punto de vista televisivo en Cuba. Es, sin dudas, un paso de avance brindando a las audiencias cubanas noticias de buena factura.

En propiedad el cambio concreto para el público de la Mayor de las Antillas no es en contenido sino en el tiempo de acceso a los acontecimientos noticiables pues la identificación política entre la cadena multinacional y la TV Cubana es evidente. Así desde el surgimiento del Canal ya los cubanos están viendo sus productos, solo que ahora podrán seguir los hechos de relevancia para el continente y el mundo casi al unísono.  

Antes del mediodía del domingo mi vecino se me quejó con que “Telesur repite mucho lo mismo”, denotando lo poco acostumbrados que estamos a la difusión de noticias de manera continua. Su afirmación me hizo notar  cierta idealización de los sistemas foráneos de difusión de información al punto de pensar que todo en ellos es “de estreno” cuando es sabido que reiteran cíclicamente sus programas.

Mientras, a los noticieros del patio se les levanta el reto de lidiar con su comparativamente menor capacidad de cobertura que hasta el momento no se notaba porque emitían con exclusividad lo que ahora televidentes tienen por otro canal. Esta realidad si bien los pone en un aprieto, es en sí misma, una oportunidad porque cuando termine la etapa “romántica” o de “deslumbramiento” de los cubanos con la programación de Telesur,  podrían regresar al Noticiero Nacional de Televisión (NTV) si notan que los temas de interés más directos están allí.  

Desde luego eso requerirá de más cambios en el perfil informativo de un espacio que tiene a su favor, al menos por el momento, el hábito del público doméstico de saber que lo más importante del día en el ámbito nacional debe decirse ahí. Entonces, quizás, la fórmula estaría en acentuar la cobertura de los asuntos potencialmente interesantes para la audiencia que tradicionalmente se ha quejado de que el NTV habla demasiado del exterior y poco del interior.

Sea esto cierto o no, el Sistema Informativo de la Televisión Cubana tiene de frente el momento justo para hacerse de un espacio a dónde Telesur no podrá llegar nunca, ahí dónde hace falta su rol de mover la opinión pública hacia adelante y lograr el Socialismo que necesita el país.