Cubaizquierda

Una escueta nota de Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba cerró la tercera entrega de una saga que desde el inicio de auguraba extensa: las conversaciones entre la Mayor de Las Antillas y los Estados Unidos para restablecer los nexos diplomáticos rotos desde enero de 1961.

Según la parte cubana hubo un “clima profesional” durante el encuentro celebrado esta vez en tierra caribeña. “Las dos delegaciones –concluyó la corta nota- acordaron mantener la comunicación en el futuro como parte de este proceso”.

Si en anteriores contactos hubo conferencias de prensa en medio de los flashes de las cámaras, en esta ocasión el hermetismo de las pláticas a puertas cerradas fue la nota descollante. De hecho ni siquiera periódicos tan bien conectados con las fuentes anónimas en Washington como The New York Times fueron capaces de decir qué efectivamente se discutió en los salones del Palacio de Convenciones habanero.

“Nada ha trascendido hasta el momento sobre el nuevo encuentro entre las delegaciones, más reducidas en esta ocasión, encabezadas por la secretaria de Estado adjunta de EE.UU. para Latinoamérica, Roberta Jacobson, quien llegó el domingo a La Habana, y la directora para EE.UU. de la Cancillería cubana, Josefina Vidal”, dijo por su parte la agencia EFE.

Apenas se confirmó el ya sabio interés estadounidense por lograr la apertura de las embajadas antes de la Cumbre de Las Américas programada para abril próximo.

En el terreno de las especulaciones queda saber cuánto podría verse dañada la actual distensión bilateral por la escalada norteamericana en Venezuela tras el decreto del presidente Obama declarando como “peligro” a la nación sudamericana. Habría que ver si la Casa Blanca es capaz de diferenciar los fuertes lazos que unen a Cuba con la Revolución Bolivariana y su relación con nuestro país; o si repite el error de la administración Carter en los 70 que pretendió condicionar los avances a concesiones cubanas en su política exterior en África austral.

Hay, sin embargo, señales de avances. Lo son el inicio de los vuelos entre La Habana y ciudades como Nueva Orleans y Nueva York (con San Juan, Puerto Rico, comenzarán en el verano); también la reconexión directa de las comunicaciones entre ambos lados del estrecho de la Florida gracias a un acuerdo entre la cubana ETECSA y la norteamericana IDT.

No obstante, por el momento, la falta de noticias es una buena noticia.