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Noviembre no siempre huele a lluvia, a hojas caídas, a viento que desordena
las ropas y las manda a volar muy lejos. Noviembre, mes de los rojos y
amarillo...
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- Liderazgo moral de Fidel
Posted by : Unknown
sábado, 13 de agosto de 2016
Las visiones más prejuiciadas presentan a Fidel Castro como
un “dictador” que por 50 años se perpetuó a sí mismo en el poder. Semejante
interpretación, repetida hasta el cansancio por las transnacionales de la
información, no solo elude la institucionalidad democrática existente en el
país, también pasa por alto un hecho reconocido dentro y fuera de Cuba: su
liderazgo descansa en una autoridad moral construida a lo largo del tiempo
sobre la base de un desempeño íntegro y diáfano.
El pueblo cubano sabría quién era Fidel Castro con la difusión
clandestina de La Historia me absolverá su
alegato de autodefensa en el juicio por los sucesos del Moncada. Quienes no lo
conocían de plano notaron que el programa de los moncadistas era la antítesis
de las propuestas de los muy desprestigiados políticos de la época pues iba a
la raíces del subdesarrollo de Cuba y proponía medidas concretas para darle a
la nación la verdadera independencia que había sido frustrada por la
intervención de Estados Unidos en la guerra contra el colonialismo español.
Fidel había logrado estructurar un movimiento armado
totalmente clandestino que sumó más de mil personas sin recurrir a las fortunas
de los grandes burgueses y terratenientes del momento. En su alegato lo explicó
así: “Con mayor orgullo que nunca digo que consecuentes con nuestros
principios, ningún político de ayer nos vi tocar a sus puertas pidiendo un
centavo, que nuestros medios se reunieron con ejemplos de sacrificios que no
tienen paralelo, como el de aquel joven, Elpidio Sosa, que vendió su empleo y
se me presentó un día con trescientos pesos "para la causa"; Fernando
Chenard, que vendió sus aparatos de su estudio fotográfico, con el que se
ganaba la vida; Pedro Marrero, que empeñó su sueldo de muchos meses y fue
preciso prohibirle que vendería también los muebles de su casa; Oscar Alcalde,
que vendió su laboratorio de productos farmacéuticos; Jesús Montané, que
entregó el dinero que había ahorrado durante más de cinco años; y así por el
estilo muchos más, despojándose cada cual de lo poco que tenía.” [i]
Ese Movimiento, que primeramente no tenía nombre, se formó
sobre la base de la integridad de su membresía y el despego total a cualquier
tipo de ansias de poder. De hecho, como han contado sus fundadores, la idea
inicial era crear una fuerza de choque que se uniera a organizaciones ya
existentes, supuestamente con más opciones de derrocar al régimen. Sería la
inacción de los llamados insurrecionalistas la motivación para decidirse a actuar por sí
solos. Lo haría acatando una regla básica para la lucha revolucionaria el
respeto a la vida del adversario ya rendido. Esta sería una práctica decisiva
en los momentos de la lucha en la Sierra Maestra pues le dio un sentido
diferente a la violencia revolucionaria.
Otra cualidad de Fidel que impactó rápidamente en el pueblo
fue que nunca ha exigido a sus seguidores nada que no estuviese dispuesto a
hacer él mismo. El 24 de agosto de 1964
Ernesto Che Guevara lo resumió así “Si nosotros estamos hoy aquí y la
Revolución Cubana está aquí, es sencillamente porque Fidel entró primero en el
Moncada, porque bajó primero del Granma, porque estuvo primero en la Sierra,
porque fue a Playa Girón en un tanque, porque cuando había una inundación fue
allá y hubo pelea porque no lo dejaban entrar. Por eso nuestro pueblo tiene esa
confianza tan inmensa en su Comandante en Jefe, porque tiene, como nadie en Cuba,
la cualidad de tener todas las autoridades morales posibles para pedir
cualquier sacrificio en nombre de la Revolución”.
Observadores para nada afines a la Revolución como podrían
ser los subordinados a la estadounidense Agencia Central de Inteligencia (CIA)
lo confirmaban al decir que el líder
cubano “tiene un alto sentido de la misión revolucionaria”. (Es) un hombre que
se ve como otro Simón Bolívar, destinado a luchar para alcanzar una libertad y
unidad nuevas en América Latina. Castro
(sic) ha sido firme en este sueño”.[ii]
Fidel ha demostrado con creces su desapego total a los
cargos y prerrogativas de los puestos que ha tenido a lo largo de los años. “Toda
la gloria del mundo cabe en un grano de maíz” ha sido su máxima, recordando así
la frase de su máximo inspirador, el Héroe Nacional cubano José Martí.
A menudo se pasa por alto que una vez prefirió renunciar a
su puesto como Primer Ministro del Gobierno Revolucionario por discrepancias
con el entonces presidente Manuel Urrutia. En esa coyuntura, julio de 1959,
Fidel tenía en sus manos el mando del Ejército de Rebelde que era de facto el
poder en Cuba y hubiera sido muy sencillo deponer a Urrutia. Sin embargo él
prefirió renunciar para, desde fuera del gobierno, denunciar los manejos
divisionistas del presidente.
Más tarde en 1970 cuando fue claro que el país no alcanzaría
los 10 millones de toneladas de azúcar, esfuerzo que implicó a toda la nación,
Fidel asumió toda la responsabilidad por la derrota, lo cual nos conduce a otra
de sus cualidades más importantes para explicar las fuentes de su autoridad. [iii]
Ninguno de los pasos de la Revolución se hizo desde la imposición sino desde el
contacto y el consenso con las masas. Los ejemplos sobran: desde cada una de las
medidas iniciales de transformación social emprendidas entre 1959 y 1962 que
condujeron al rumbo socialista del proceso, hasta las duras acciones de
recortes establecidas tras el colapso de la Unión Soviética en 1991.
Entonces, como ahora, Fidel ha sido el primer impulsor de la
consulta constante con las masas para cualquier medida de alto impacto en la
vida del país. Solo así es posible explicar la resistencia de la población ante
las adversidades y el apoyo mayoritario que ha tenido la dirigencia política de
la Revolución.
La ignorancia o el ocultamiento mal intencionado de cada uno
de estos detalles en la vida del Comandante en Jefe, explican por qué analistas
superficiales de la realidad cubana hablaran de “sucesión” en el poder cuando
en 2006 él abandonara el ejercicio efectivo del poder político en Cuba, y más
tarde 2008 no aspirara a la reelección de su cargo como presidente. Es que el
poder para Fidel no ha sido pedestal sino un compromiso con su pueblo.
(Publicado originalmente en Telesur)
[i] Véase La Historia me absolverá En http://www.rebelion.org/noticia.php?id=2491
[ii] Cuban
Foreing Policy, CIA, 15 de septiembre de 1975.
[iii] En
aquel dijo Fidel: “Pero si ustedes quieren que les diga con toda claridad la
situación, es sencillamente que no haremos los 10 millones. Sencillamente. No voy a andar con rodeos para decirlo. (…)
¡El hecho de que se hable así es para que se sepa nuestra actitud
revolucionaria! ¡Es para que se sepa que
nosotros no trataremos de encontrar pretextos, no trataremos de encontrar
excusas! No trataremos de aminorar la
critica que nos merezcamos todos, sin ninguna excepción. (…)Ahora, nunca se
engañó al pueblo, ni se le engaña en este momento”. Véase Discurso de Fidel el
24 de mayo de 1970 http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1970/esp/f190570e.html
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