36 noviembres para 37
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Noviembre no siempre huele a lluvia, a hojas caídas, a viento que desordena
las ropas y las manda a volar muy lejos. Noviembre, mes de los rojos y
amarillo...
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- Después del “ex cubano”
Posted by : Unknown
domingo, 21 de agosto de 2016
Foto: Carlos Ernesto Escalona |
Una infortunada frase del conductor principal de espaciotelevisivo Mesa Redonda nos ha colocado frente a dos realidades incontestables:
Lo perjudicial de lanzar al aire definiciones estrechas sobre el ser cubano y las repercusiones actuales de la expresión pública de la opinión,
también en Cuba.
Parece claro que habitar este Archipiélago en las Antillas
no es condición sine qua non para
considerarse cubano. Se trata de querer y sentir al país porque la
cubanía, creo, es un sentido de identidad mucho más amplio y asido a varias
razones culturales, políticas e ideológicas también.
Eso nos conduce al otro aspecto del suceso.
Hoy en Cuba es cada vez más improbable que cualquier expresión
de mayor o menor relevancia sea olvidada. El público cubano, dentro y fuera, es como ese que le gustaba tener de frente a Martí “de pelear, que
oye con los ojos y los oídos, y tiene a pie de la frase la réplica
contundente”.
Las nuevas tecnologías han amplificada el resultado de la capacidad de discernimiento de la ciudadanía tras
décadas de educación e instrucción universales puestas a disposición de todos
por la Revolución. Ahora son mayores
capacidades de expresión, tanto en los medios de comunicación como en las redes
sociales.
Al mismo tiempo la comunidad cubana en el exterior no nos es
tan ajena como lo fue en otras épocas. ella participa e interactúa con su nación de
origen en tanto se siente parte de lo ocurre o se dice dentro del país. En
consecuencia no es saludable generar fricciones improcedentes o innecesarias
con esa parte de Cuba que palpita más allá de nuestras costas.
Después de la conmoción por la calificación de Orlando
Ortega como “excubano” queda claro que el asunto trasciende los límites de la
historia específica del atleta en cuestión pues movió los sentimientos de
amigos, conocidos y muchos más cubanos sin importar la dirección plasmada en su
documento de identidad. Con eso es suficiente para tener en cuenta el debate.
Esa frase ha caido mal entre los cubanos emigrados.