Posted by : Unknown martes, 29 de mayo de 2012

Lo mejor de ver un play off de la Serie Nacional de Béisbol sin simpatizar de lleno con los contendientes es poder analizar las cosas con cabeza fría. Contemplar como los fanáticos de uno y otro equipo se desgañitan en insultos dependiendo los ánimos  y, como es lógico, de los desenlaces de cada partido. A mi vecino industrialista rugir una noche como un león sin importarle que su nieta de meses se despierte y luego escuchar que no quiere que le hablen tras la derrota.

Es admirar las lágrimas de Mario Vega y Antonio Romero, el primero por la lesión un momento clave para su equipo, y el segundo al ser sustituido en el box.

¿Era correcto “el ruge leona” de los avileños tras el juego final? Quizá no, pero ese coro nace de escuchar tantos “palestinos” que se le grita a todo lo “no habanero” en el Latino y todavía no he escuchado a un industrialista disculparse con por eso.

Por demás hay cosas que deben decirse mientras la euforia de la final intenta nublar los sentidos.

1. Salvo el colega de semanario Trabajadores, pocos han mencionado el factor lluvia que entorpeció la postemporada por la pésima idea de la dirección del beisbol de tener un calendario con 17 equipos y hasta mayo, cuando es claro que siempre llegará la lluvia.

2. Suscribo todos los elogios a Vargas, que sin ser santo de mi devoción, levanto a una equipo que siempre está asediado por las deserciones. Aunque creo que apostó demasiado al poder ofensivo de una alineación que al fallar al bate se notó sin opciones de jugadas, que si no se entrenan, luego es imposible improvisarlas.

3. Roger Machado tendrás todos los defectos del mundo pero logró su sueño y basta para quitarse el sombrero ante él.

Eso es todo, veremos las “sorpresas” que seguro vendrán cuando empiecen a armar los equipos Cuba para los eventos de este año. Mientras tanto a disfrutar la Euro de fútbol, como dice mi hija de tres años que de tanto ver ambos deportes me grita ¡Gooool, batazo!
  

One Response so far.

  1. Anónimo says:

    Cada cubano le va a su selección que casi siempre es la provincia de nacimiento, pero no quita que cuando la selección por preferencia no clasifica nos apoderamos de otra pero nunca dejando de pensar en la nuestra. El tope de la final fue calificados por muchos de estremecedor con lo cual yo estoy de acuerdo. Solo se vio entorpecida en algunas ocasiones por la lluvia pero no impidió que desde cada casa, cada cubano disfrutara de la adrenalina que ocasiona nuestro deporte nacional. Muchas felicidades al equipo y al pueblo de Ciego de Avila. Para mi y para todos los demás solo me queda decirles ¨Para la próxima sera¨

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