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- Catorce innigs en San Pablo de Yao
Un encuentro con las montañas con su verdor, sus nubes es una atracción irresistible, aún cuando haya sido por corto tiempo: más o menos lo que duran dos juegos de softbol. Tenerlas cerca es un soplo de aire fresco al espíritu igual al que me trae, todavía, el mar. La Sierra Maestra me vio desde la ladera opuesta de la ocasión anterior, sus elevaciones volvieron a extasiarme durante la breve estancia en San Pablo de Yao.
Primer juego: El río y la “dignificada”
Dice la leyenda que hasta este territorio llegaron descendientes de la población aborigen tras el incendio de Bayamo en 1869; justamente Yao quien venía al frente bautizó al rio cercano y al asentamiento cuya toponimia para cristianizarla se le agregó el nombre de uno de los 12 apóstoles. Casi un siglo después el diluvio traído por el huracán Flora obligó a reubicar en su espacio actual al vecindario.
Este es un poblado autoproclamado capital del Plan Turquino en la provincia de Granma ¡y sus buenas razones tiene! Dos décadas atrás nació aquí la Televisión Serrana, una experiencia de comunicación comunitaria cubanas con fama mundial. De hecho por estos mismos días se presentan en la sala de video local una muestra de documentales estadounidenses, fruto de un proyecto de intercambio entre realizadores de ambos países.
Más adelante comienza el ascenso hasta Cirugía, Las Guásimas o Venga Grande caseríos todos en pleno firme de la “Maestra”; incluso, con buen paso puede legarse hasta los confines del municipio de Guamá en la vecina provincia de Santiago de Cuba.
En San Pablo de Yao funciona una cervecera “dignificada”. El apelativo al recinto fue idea de Lázaro Expósito Canto en su etapa como primer secretario del Partido en la provincia. La huella del carismático dirigente partidista parece imborrable en estos parajes. No solo porque en la susodicha cervecera no han habido más riñas desde que le colocara el adjetivo, sino porque varias de las reconstrucciones o edificaciones más recientes de las obras sociales tuvieron lugar durante su mandato.
Eso lo sabe Onelbis Osorio Agüero, la presidenta del Consejo Popular quien admite su miedo a montar en mulo, aunque en su defensa siempre podrá decirse que, para hacerlo, su cuerpo de volúmenes bien marcados en ciertos lugares necesita una montura especial y, que conste, no está muy pasadita de peso.
A Onelbis la gente la saluda con cariño y son evidentes sus desvelos por atender los requerimientos de los lugareños, casi siempre relacionados con las impostergables obras de protección del cauce del río y la estabilidad del transporte.
Segundo juego: Jiribilla y Fidel
Jiribilla señala hacia donde Fidel disparó con su fusil de mira telescópica el día de su visita. |
“-¿Aquí se juega pelota?, preguntó él.
“-Sí, Comandante, le dijimos.
"-Bueno pues busquen los peloteros que yo tengo mí equipo”
Así empieza su relato Alcides Gómez o “Jiribilla” como le dicen. No hace falta averiguar demasiado la razón del apodo. Basta con detenerse en su mirada pícara y la energía de sus movimientos a pesar de sus años.
“Le busqué en la tienda un para de tenis para que jugara”, cuenta
“-¿Cuánto valen los tenis? Inquirió Fidel.
“-Para usted es gratis
“-¿Por qué usted regala lo que no es suyo?.”
Ese fue apenas el comienzo. Tenerlo en el box del estadio local aquel 6 de octubre de 1966 durante siete entradas fue un reto para el equipo de San Pablo de Yao. Ya bien por apenas permitir cuatro carreras o porque para el Comandante en Jefe, según pudo comprobar Jiribilla, no existe la palabra derrota.
“Le toco bola y le llego a primera (base)”, sigue contando.
“-¡Para atrás!, me dice
“-Comandante, ¿y eso por qué?
“-¡Eso es juego de manigua!.
“Al rato le doy un hit y después le salgo a robo de segunda.
“-¡Eche ara atrás!. Volvió a decirme
“-¿Por qué?.
“-Porque a mí no se me roba ni de día ni de noche”.
Pizarra final
San Pablo de Yao, su gente, sus historias me dejaron con las ganas, recordándome, otra vez, cuánto me siguen seduciendo las montañas.
Coño Istvan, tremendo post. Genial!!! Verdad que el Comandante tiene historias pa contar... y de la Sierra, ño, vea que he recorrido Cuba, pera la Sierra y el Pico siempre se me han resistido, espero pronto poder ir por allá. Abrazos....