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Noviembre no siempre huele a lluvia, a hojas caídas, a viento que desordena
las ropas y las manda a volar muy lejos. Noviembre, mes de los rojos y
amarillo...
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- Bloqueo a Cuba y los bancos: "¡Esto es un asalto!"
Posted by : Unknown
jueves, 5 de diciembre de 2013
Como los forajidos de los westerns de Hollywood los tentáculos del bloqueo económico contra Cuba parecen tener una especial predilección por los bancos. En los clásicos del cine Jesse James, Billy el Niño y otros la emprendían contra las oficinas bancarias de cuanto poblado llegaban. Algo parecido está haciendo el gobierno de los Estados Unidos en su afán de seguir apretando las tuercas del asedio económico contra este Archipiélago antillano; al punto de poner peligro la propia estrategia diseñada por la administración Obama para propiciar el cambio de régimen de este lado del estrecho de la Florida.
Según la cancillería cubana el acoso de Washington al sector bancario y financiero es la práctica predilecta para asfixiar a la economía nacional. Al menos cinco grandes bancos extranjeros suspendieron de 2012 a la fecha sus negocios con Cuba y varios de ellos sufrieron fuertes multas por parte de la estadounidense Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC).
Dicen que con el efectivo en mano todo se resuelve, pero esa máxima no se aplica para la Mayor de las Antillas pues los funcionarios pagados con el dinero de los contribuyentes norteamericanos son particularmente meticulosos persiguiendo a los bancos que participan en traspasos de fondos o en operaciones de cartas de crédito emitidas a través de sus homólogos cubanos. No importa si las referidas transacciones son de instituciones artísticas, hospitalarias o religiosas.
Semejante “diligencia” de la OFAC haciendo su trabajo ya llegó a afectar el normal desempeño de la Sección de Intereses de Cuba en Washington la cual tuvo a finales de noviembre que suspender sus servicios consulares pues el Banco M&T le dijo que no podría continuar operando su cuenta, y tras varios meses de gestiones no encontraron otro dispuesto a sustituirlo. La medida también afectó a la corresponsalía ante la sede de las Naciones Unidas de la Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina.
Mientras, las serias dificultades que artificialmente le están creando al normal desarrollo de un país siguen en el apartado de la “retórica” del gobierno de La Habana, como habitualmente dicen los enemigos del país. Sin embargo ocurrió que esta virtual agresión de los oficiales ejecutores del bloqueo a los bancos que hacen transacciones relacionadas con Cuba podría afectar también los viajes de los cubanoamericanos a su nación de origen y a los llamados contactos “pueblo a pueblo” bajo los cuales algunos estadounidenses obtienen una licencia para ejercer su derecho constitucional de viajar a Cuba.
Dueños y asesores de agencias de viajes, abogados especializados en el tema y representantes de compañías del negocios de las remesas coinciden tácitamente en que “se le está yendo la mano” al gobierno de EE.UU. pues cada vez es más difícil manejar transferencias monetarias vinculadas con Cuba.
Al hacerlo la Administración Obama está desmintiendo su retórica conciliatoria con el pueblo cubano, desdiciéndose incluso en su propósito de presentar al bloqueo como una cuestión solo entre gobiernos.
Probablemente desde la Casa Blanca llegue la advertencia a sus oficiales para que sean un poco más “cuidadosos” en su labor. A fin de cuentas los fondos para la subversión interna no vienen por transferencia bancaria. Así, los grandes medios de comunicación podrán ocuparse de otra cosa mientras los bancos internacionales se sienten en la piel del asustado cajero que alzaba las manos ante el revólver del asaltante de las películas, solo que ahora son los funcionarios de la OFAC quienes, a su manera, gritan “¡Esto es un asalto!”.
Según la cancillería cubana el acoso de Washington al sector bancario y financiero es la práctica predilecta para asfixiar a la economía nacional. Al menos cinco grandes bancos extranjeros suspendieron de 2012 a la fecha sus negocios con Cuba y varios de ellos sufrieron fuertes multas por parte de la estadounidense Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC).
Dicen que con el efectivo en mano todo se resuelve, pero esa máxima no se aplica para la Mayor de las Antillas pues los funcionarios pagados con el dinero de los contribuyentes norteamericanos son particularmente meticulosos persiguiendo a los bancos que participan en traspasos de fondos o en operaciones de cartas de crédito emitidas a través de sus homólogos cubanos. No importa si las referidas transacciones son de instituciones artísticas, hospitalarias o religiosas.
Semejante “diligencia” de la OFAC haciendo su trabajo ya llegó a afectar el normal desempeño de la Sección de Intereses de Cuba en Washington la cual tuvo a finales de noviembre que suspender sus servicios consulares pues el Banco M&T le dijo que no podría continuar operando su cuenta, y tras varios meses de gestiones no encontraron otro dispuesto a sustituirlo. La medida también afectó a la corresponsalía ante la sede de las Naciones Unidas de la Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina.
Mientras, las serias dificultades que artificialmente le están creando al normal desarrollo de un país siguen en el apartado de la “retórica” del gobierno de La Habana, como habitualmente dicen los enemigos del país. Sin embargo ocurrió que esta virtual agresión de los oficiales ejecutores del bloqueo a los bancos que hacen transacciones relacionadas con Cuba podría afectar también los viajes de los cubanoamericanos a su nación de origen y a los llamados contactos “pueblo a pueblo” bajo los cuales algunos estadounidenses obtienen una licencia para ejercer su derecho constitucional de viajar a Cuba.
Dueños y asesores de agencias de viajes, abogados especializados en el tema y representantes de compañías del negocios de las remesas coinciden tácitamente en que “se le está yendo la mano” al gobierno de EE.UU. pues cada vez es más difícil manejar transferencias monetarias vinculadas con Cuba.
Al hacerlo la Administración Obama está desmintiendo su retórica conciliatoria con el pueblo cubano, desdiciéndose incluso en su propósito de presentar al bloqueo como una cuestión solo entre gobiernos.
Probablemente desde la Casa Blanca llegue la advertencia a sus oficiales para que sean un poco más “cuidadosos” en su labor. A fin de cuentas los fondos para la subversión interna no vienen por transferencia bancaria. Así, los grandes medios de comunicación podrán ocuparse de otra cosa mientras los bancos internacionales se sienten en la piel del asustado cajero que alzaba las manos ante el revólver del asaltante de las películas, solo que ahora son los funcionarios de la OFAC quienes, a su manera, gritan “¡Esto es un asalto!”.
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