Posted by : Unknown martes, 10 de abril de 2012

El asunto no es qué dijo Ozzie Guillén; o sí es posible hablar de libertad de expresión en Miami; no, el tema es que vuelve a ser evidente que para clase política anticubana del sur de la Florida es imposible permitir el más ligero atisbo de respeto hacia algo que tenga que ver con Cuba mientras pretenden aparentar lo contrario.

Justamente uno de los principales argumentos del discurso demagógico de la contrarrevolución cubano-americana es que “allá sí”. Entonces cada vez que algún artista u otra figura pública de este archipiélago, opta por hacer carrera en Estados Unidos, desembarca del otro lado del estrecho de la Florida, justamente cacareando que “ahora sí ha llegado a la tierra donde es posible decir cualquier cosa”.



No importa si durante años se la pasó diciendo sus criterios con entera tranquilidad sin ser molestado, la clave está en repetir hasta la saciedad que es en Miami dónde hay (sic) libertad de expresión.

De nuevo, y este es otro aspecto a resaltar, una camarilla de recalcitrantes con un innegable poder político y económico en ese Estado de EE.UU vuelve a autoproclamarse como la voz de la emigración cubana allí. Y entonces vemos a las agencias de prensa reportar que “la diáspora cubana pidió hoy la renuncia del entrenador de los Marlins de Miami, el venezolano Ozzie Guillén, por considerar que sus palabras de elogio al exgobernante cubano Fidel Castro son una “ofensa” para los exiliados en esta ciudad estadounidense”.

Tal vez no sea prudente hablar de porcentajes pero creo que el balance generacional de la emigración de la Mayor de las Antillas ha cambiado lo suficiente como para afirmar que cada vez son más los que, al menos, no tienen nada en contra de Fidel y en general contra el sistema político y económico existente hoy en Cuba.

Sin embargo, siguen sobrando los ejemplos de lo contrario, los políticos y los medios de comunicación a su servicio, salvo honrosas excepciones, siguen manteniendo en pie el espejismo de una comunidad monolítica e intransigente con respecto a la Revolución Cubana.

Por eso vale detenerse en el caso de Ozzie Guillén; porque el triste transe de su mea culpa ante las cámaras para conservar su empleo, nos recuerda que ni aún las opiniones de elemental respeto hacia Fidel Castro son admisibles para los artífices de la industria del mal.

One Response so far.

  1. Anónimo says:

    La libertad de expresion en EE.UU esta garantizada en la Primera Enmienda de la Constitucion. Y Miami no esta fuera del alcance las leyes. O sea, que Ozzie Guillen no puede ser despedido por los Marlins por sus declaraciones, porque forman parte de sus derechos y libertades. Tampoco puede ser procesado judicialmente por declarar sus simpatias por el ex-presidente cubano. Pero si le hubiera mentado la madre al Presidente Obama, o lo hubiera insultado, tampoco pasaria nada. Ni podria ser despedido de su puesto de entrenador.
    Ahora bien, cuales son las consecuencias legales y laborales si un entrenador de beisball en Cuba ofende o insulta al presidente del gobierno, a un ministro o al jefe del PCC en una provincia. Hay o no consecuencias?

    Que en Miami, los politics plataneros, casi todos afiliados al Partido Republicano, con el apoyo de radicales y extremistas anticastristas presionen a Ozzie Guillen para que renuncia, es otra cosa. Es el ruido mediatico de la derecha recalcitrante. Es penoso y lamentable, pero no es ilegal, al menos mientras no amenacen a Guillen. Aqui no se permiten, ni amenazas, ni golpes, porque Guillen, Aruca o Lesnik adoren a Fidel. Tampoco a los que odien a George Bush o al propio Castro.
    Durante el periodo 2000-2004, cada que Bush hacia una de las suyas contra los viajes a Cuba, yo no me mordia la lengua a la hora de insultarlo. Y nunca me tiraron ni un huevo, ni un tomate, ni una piedra, porque sencillamente violarian la ley.
    Yo siempre he abogado porque tengan los mismos derechos ( aqui y en Cuba ) los que simpatizan con el gobierno y los que no.

    Dio verguenza ver, durante la misa del Papa en Stgo de Cuba, como un hombre, que lanzo una consigna contra el comunismo, fue atacado a golpes y con una camilla, por parte de un voluntario de la Cruz Roja. Pero no era la primera vez que esto sucedia. En la Plaza de la Revolucion, en Enero de 1998, al finalizar la misa de Juan Pablo II, una mujer grito algo y fue conducida por 2 voluntarios de la Cruz Roja a un furgon con las insignias de la organizacion. Por fin, son policias o son socorrista?

    Que una persona grite consignas en una misa, debe ser sacado y arrestado por escandalo publico, pero nunca ser golpeado, imagen que le dio la vuelta al mundo. Como era de esperar, ningun medio de prensa se ha tomado el trabajo de investigar el nombre, el centro de trabajo o fotografiar al agresor. Simplemente nos enteramos que "fue explusado de la Cruz Roja". Pero, y quien es el? Por que ese manto de proteccion en torno al agresor?

    En resumen, suceden cosas en Miami que no deberian pasar, como el linchamiento mediatico que esta sufriendo Ozzie Guillen, porque aqui y en Cuba, lamentablemente quedan individuos reaccionarios, retrogrados, intolerantes y violentos. Aboguemos juntos , para que ni aqui ni alla, existan ese tipo de comportamientos que dan verguenza y pena. Que ambas sociedades sean mas tolerantes con las opiniones discrepantes.

    Muchas gracias y le envios mis saludos

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